Los Miami Heat se convirtieron en la nueva presa de los Celtics. El conjunto de Massachusetts sigue negándose a hacer prisioneros y dio continuidad a su sensacional arranque de temporada imponiéndose a los de Spoelstra por 134-121, resultado que supone su quinta victoria consecutiva y que les afianza al frente de la clasificación. El cuadro de Mazzula está desplegando un baloncesto absolutamente apabullante en lo que va de curso, y de momento son muy pocos equipos los que han conseguido sobrevivir a él y a la mejor versión de su estrella.
Jayson Tatum está acumulando papeletas para ser considero uno de los grandes favoritos al MVP, y el encuentro de esta madrugada se convirtió de forma inmediata en su mejor argumento. El alero firmó su mejor anotación del curso al irse hasta los 49 puntos, castigando una vez tras otra a la defensa visitante con una efectividad letal desde el triple (8/12) que le volvió una pesadilla para los Heat. El ataque de Boston es ahora mismo el mejor que la liga haya visto nunca, y si es así es en parte gracias al espectacular juego de dorsal número 0.
Tatum combinó el mencionado acierto exterior con su agilidad atacando la pintura y su velocidad en transición para convertirse en un arma muy difícil de contener. Desde su sensacional primer cuarto, en el que llegaron 16 de sus tantos, hizo intuir que esta sería una gran noche para él, pero era difícil imaginar una en la que fuera tan omnipresente. Sus canastas siempre parecían llegar cuando Miami se acercaba en el marcador hasta rozar la remontada, sirviendo muchas veces como respuesta, y con dos triples en los últimos minutos se encargó además de ser quien sentenciase el duelo y de coronar su partido.
«He sabido estar en el lugar adecuado» dijo sin atribuirse demasiados méritos. «He podido meter un par de tiros al principio y a partir de ahí he entrado en ritmo».
Jaylen Brown y Malcolm Brodgon le secundaron con 26 y 21 puntos respectivamente, tumbando así a unos Heat que fueron bastante correosos y que no se despegaron en el marcador hasta los instantes finales. Los de Spoelstra, aun sin Jimmy Butler en sus filas, evidenciaron que siguen siendo un equipo con muchos recursos, pero esto no sirve por ahora para poder con unos Celtics en estado de gracia.
Los de Florida contaron con siete hombres en dobles dígitos, entre los que destacaron Bam Adebayo y Max Strus con 23 tantos cada uno, seguidos muy de cerca por los 22 de Tyler Herro, autor además de 9 asistencias. Pese a que nunca fueron por delante en la segunda mitad, sí estuvieron respirando en la nuca de Boston durante muchos minutos gracias a su buen trabajo en los dos lados de la cancha, aunque también cometieron algunos errores que se pagan muy caros en una visita al TD Garden. La defensa en transición fue por ejemplo un problema en algunos tramos del duelo, sobre todo en su segunda parte, en la que recibieron 16 puntos al contraataque que les dificultaron dar la machada.
«Ellos han establecido el baremo, y ahora nosotros tenemos que averiguar cómo llegar hasta ahí para poder ganarles» reconoció Spoelstra. «En cuanto empezaron a anotar un par de tiros, todos sus jugadores se involucraron y se vinieron arriba».
(Fotografía de portada: Winslow Townson/Getty Images)