Los polivalentes pabellones NBA actuales son capaces de mucho más que de albergar baloncesto. El Target Center, concretamente, hizo presumiblemente las delicias de miles de niños la pasada semana con cinco días de espectáculo «Disney on Ice», donde personajes populares de la compañía patinan sobre una pista de hielo. Pero la transición al hogar de los Timberwolves fue más complicada de lo esperado.
La combinación de una humedad y una temperatura más altas de lo habitual en Minneapolis y la pista de hielo recién recubierta por el parqué de baloncesto tuvieron consecuencias nefastas. La condensación consecuente que apareció en la cancha la convirtió en impracticable para el partido que Minnesota y Portland iban a jugar este lunes. Tras las quejas de los jugadores por la falta de seguridad de una cancha resbaladiza, la NBA decidió suspender el partido.
Viaje extra para Portland
Workers trying to mop court in Minnesota, where Blazers guard says the court is slippery and unplayable. Ice under the wood. pic.twitter.com/rQW5RreIPs
— Jason Quick (@jwquick) March 6, 2017
Sin confirmar todavía fecha para volver a disputar el duelo, ambos equipos tuvieron que dejar el Target Center sin jugar. Un problema especialmente importante para los Blazers, que tendrán que encajar en su calendario un viaje de cuatro horas a Minneapolis sin más partidos cercanos a esa ciudad en lo que queda de temporada. El 3 de abril, en un día sin partidos al coincidir con la final de la NCAA, puede ser una opción.
Tom Thibodeau, entrenador de los Timberwolves, intentó tomárselo con humor. «Sugerí (a los jugadores) que entrenáramos en nuestras instalaciones, pero no se lo tomaron demasiado bien», bromeó tras la decisión de la liga. El partido iba a ser clave en la pelea de ambos equipos por el octavo puesto del Oeste. Los Blazers son actualmente novenos con un balance de 26-35, mientras que Minnesota es 11º con 25-37.