Una lesión en el calentamiento arruina el debut de Durant en Phoenix

Después de disputar a domicilio sus tres primeros partidos con los Suns, esta madrugada debía producirse el debut de Kevin Durant ante su nueva afición. El Footprint Center de Phoenix estaba preparado para recibir a su nueva estrella, pero una lesión durante los ejercicios de calentamiento echó por tierra todos los planes y obligó al alero a ver el duelo desde el banquillo. KD sufrió un resbalón que le hizo torcerse el tobillo izquierdo y tener que abandonar el pabellón con una bota especial para apoyar el pie, y será sometido a una resonancia durante el día de hoy para determinar el alcance de la lesión.

Con suerte, este no será más que un problema puntual y Kevin podrá estar de vuelta pronto en las pistas. Los Suns juegan en casa tres de sus próximos cuatro encuentros, de modo que si se descarta cualquier dolencia de gravedad tal vez el debut de Durant ante los suyos no tarde en llegar.

«Me siento mal por él porque sé lo dolido que está» comentó Monty Williams. «Se le notaba en la cara. He estado mucho tiempo con él y sé cómo se siente, y no quiero verle así para nada».

Kevin logró terminar los ejercicios de calentamiento pese al problema y parecía que iba a poder jugar a pesar de todo, pero ya en el vestuario empezó a notar una inflamación en la zona y tuvo que ser descartado. La decisión se tomó tan a última hora que algunos de sus compañeros no se dieron cuenta de que no iba a poder jugar hasta que estaban listos para salir a la pista.

Booker acude al rescate

Con todo, Phoenix no necesitó a KD para imponerse sin demasiados problemas a los Oklahoma City Thunder, que, sin Shai Gilgeous-Alexander, fueron presa fácil para los de Arizona y cayeron por 132-101. Los locales estuvieron prácticamente todo el duelo por delante y llegaron a contar con hasta 36 puntos de ventaja, sumando de forma cómoda su cuarto triunfo consecutivo y colocándose con un balance de 37-29 que les deja más cerca del segundo puesto del Oeste que del quinto.

Devin Booker, con 44 tantos, se encargó de hacer olvidar a Durant y de dominar por completo el choque de principio a fin. Al escolta le bastaron 27 minutos para firmar una absoluta exhibición de eficacia anotadora, pues fue letal desde prácticamente cualquier posición de la cancha y OKC nunca encontró forma de frenarle. Con un 17/23 en tiros de campo (73,9%), rozó la perfección en lo que acierto se refiere, y se encargó de dar a los presentes un buen espectáculo para hacerles olvidar que habían ido a ver por primera vez a su flamante nuevo fichaje.

(Fotografía de portada: Quinn Harris/Getty Images)


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