Cuando Stephen Curry, que estaba teniendo una noche desacertada, encadenó varias jugadas cojeando tras un golpe con Amen Thompson, la preocupación se disparó. El dos veces MVP no pudo terminar el partido y, mientras caminaba por los pasillos del Chase Center, las especulaciones apuntaban a su rodilla. Incluso Steve Kerr estaba preocupado por ello. Pero al llegar al vestuario le transmitieron tranquilidad, solo era un golpe en el cuádriceps.
Eso no quita para que Curry se vaya a perder un mínimo de una semana de competición por contusión. Y los Golden State Warriors no están como para ir tan tranquilos por la vida sin su estrella. Después de un inicio convincente, los de San Francisco han vuelto a perder fuelle hasta el 10-10 que registran ahora y que les tiene octavos de conferencia.
Curry está volviendo a tener una muy buena temporada en general, anotando más y con mejores porcentajes que en las dos últimas. Esta no será su primera ausencia, pues ya se perdió un tramo de 3 encuentros por enfermedad. Sin él, los Warriors suman un 1-3 este curso, ganando solo ante los Indiana Pacers. Esta baja se suma a la de Jonathan Kuminga, que está siendo más relevante de lo esperado.
(Fotografía de portada de David Gonzales-Imagn Images)
