Estas cosas pueden pasar. Dallas estaba dominando la serie ante Utah sin su mejor jugador, Luka Doncic. La lógica diría que el retorno de este debía suponer un nuevo paso al frente para los de Texas, pero el baloncesto está lejos de ser una ciencia exacta y anoche volvió a quedar claro. Sí, el genio esloveno estuvo sobre el parqué y jugó a gran nivel, pero la victoria fue para los Jazz por un apretado 100-99 que deja la eliminatoria en 2-2.
Fue un partido de contrastes. Dallas empezó con confianza, pero poco tardó Utah en tomar el mando; tanto es así que poco antes del descanso llegó a estar 16 puntos arriba. De poco les sirvió. Nada más empezar la segunda mitad el choque se igualó y cada canasta empezó a costar sudor y lágrimas. Muestra de ello es que a un minuto para acabar el tercer cuarto estaban 78-79; cuatro minutos después 80-81…
Ante esa falta de acierto generalizado, fueron los Mavericks los que más se acercaron a lograr la victoria. Doncic, quien concluiría con 30 puntos y 10 rebotes, logró un triple con 39 segundos por jugar para poner por delante a los suyos 95-99. El 3-1 estaba realmente próximo, pero un dos más uno de Donovan Mitchell (23 puntos en total) y los posteriores fallos desde la línea de personal de Dwight Powell abrieron la puerta a los de Salt Lake City. No lo desaprovecharon. Mitchell encontró a Gobert y éste llevó el júbilo las gradas. El último intento por evitar la derrota de Spencer Dinwiddie, no encontró la canasta.
«Este es el equipo que queremos ser. Esto es lo que somos», comenta Gobert sobre el juego desarrollado por los Jazz, que dejaron a Dallas en un 33 por ciento en tiros en el último cuarto para lograr una victoria vital de cara a seguir peleando para pasar de ronda.
La defensa de los chicos de Quin Snyder recordó a tiempos pasados, y ello se unió a la gran actuación que tuvo Jordan Clarkson, quien desde el banquillo aportó 25 puntos con un excelso 9 de 16 en tiros de campo. Utah parece haber recuperado sensaciones en el momento más importante.
Kidd, satisfecho con el trabajo
Dallas quería ganar, obvio, pero marcharse peleando hasta el último momento tampoco les sabe del todo mal. Jason Kidd entiende que sus chicos realizaron un ejercicio de resistencia para estar metidos en el partido hasta los minutos finales. «Estábamos 12 puntos abajo al descanso y mantuvimos el rumbo hasta hacer que todo se redujese a la última posesión. Si estás fuera de casa en los playoffs y todo se reduce a la última jugada, no puedes pedir una mejor situación», expresa.
Ahora la serie vuelve a Dallas para un quinto partido que suena a determinante. Los Mavericks han recuperado a Doncic, pero justo ha coincidido con el mensaje de rebeldía de unos Jazz que no se dan por vencidos. Nos espera un gran final de eliminatoria.
(Fotografía de Alex Goodlett/Getty Images)