Pocos equipos –o ninguno– dependen más de una estrella en la presente temporada. Golden State Warriors acumulaba cuatro derrotas consecutivas en las que no estuvo ni cerca de ganar. Anoche, contra Chicago, rompieron esa mala racha justo coincidiendo con el regresó Stephen Curry a la acción. Por supuesto, no es casualidad.
El dos veces MVP de la NBA se fue hasta los 32 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias en 30 minutos de juego, números con los que marcó el camino para los californianos, que tras un primer tiempo igualado supieron pisar el acelerador cuando más falta hacía. En tercer cuarto lo concluyeron con 11 puntos de ventaja. Mediado el último periodo ya la habían ampliado hasta los 18. Los instantes finales carecieron de emoción para alegría de un Curry que jugó pese a seguir con molestias en el coxis.
«No fue divertido, pero lo superé. Pude mantener caliente la zona y lidiar con el dolor para simplemente jugar. Será algo que deba manejar en el futuro cercano, pero continuará sanando a medida que pase el tiempo», expresa.
En su vuelta a las canchas Curry contó con la colaboración de Andrew Wiggins, quien logró 21 puntos y 5 asistencias, así como con la de Kelly Oubre Jr., que se fue hasta los 18 puntos y 11 rebotes. Ambos brillan más cuando es Stephen quien leva el peso del equipo. «Es el corazón y el alma de todo lo que hacemos. Los últimos partidos han sido difíciles sin esa dinámica que él provoca», comenta Steve Kerr.
Vucevic sigue sin ganar
El pívot montenegrino llegó a Chicago el último día del mercado de traspasos con la vitola de ser esa pieza que le daría un salto de calidad al equipo; puede ser así, pero por ahora van dos partidos con Nikola Vucevic y ambos se cuentan por derrotas. Frente a los Warriors aportó 21 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, números que contrastaron con la complicada noche que vivió Zach LaVine, quien se quedó en 12 puntos con un 4 de 16 en tiros de campo.
Los de Illinois aún son décimos de la Conferencia Este con 19-26, pero deben mejorar para romper una mala racha de cuatro derrotas seguidas. Según Billy Donovan uno de los aspectos que deben cambiar es el control del balón. «Las pérdidas de balón siguen siendo un problema para nosotros (fueron 19). Es difícil alcanzar tu mejor nivel de juego cuando pierdes tantos balones de manera constante».
(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)