Wade, adiós a Miami porque Pat no levantó el teléfono

A veces todo es mucho más sencillo de lo que parece. Muchos catalogaron la marcha de Dwyane Wade como una locura, como algo que nunca debió ocurrir. Para ellos, para quienes realmente deseaban un Flash continuo bajo el sol de Florida, más debe doler ahora que el escolta admita que el simple gesto de una llamada telefónica hubiese cambiado la historia.

Wade no lo tenía claro. Regresar a su Chicago natal era una gran opción, pero seguir en Miami con unos Heat que según sus propias palabras siempre serán su equipo, no estaba ni mucho menos descartado. En esa disyuntiva se encontraba el MVP de 2006 mientras echaba un ojo a su teléfono, ese que nunca sonó con la voz de Pat Riley al otro lado, y al que hoy coloca como motivo principal de su decisión final.

«Al final del día sentí que era el equipo de Micky Arison y el show de Pat. Sé que Pat me ama igual que yo a él. El hecho de que no hubiésemos hablado dolía. Ese fue el factor decisivo cuando se terminó el día y no demostró que me quería allí. Sé que la familia Arison y Spo me querían allí. No escuché nada del tipo que hacía falta. Se lo expresé más tarde. Me hizo daño… Es un negocio, pero también soy humano. Yo esperaba que se levantase e hiciese algo, nunca sucedió. Ese no es el Pat que conozco», señaló en un podcast con Adrian Wojnarowski de The Vertical.

El descontento de Wade debió llegar a tal punto que en su presentación con Chicago negó que Riley tuviese importancia alguna en su salida: «No podía preocuparme porque alguien se acercase o no. No tomé por eso la decisión. No fue porque no me buscasen. No estaba esperando que Pat me buscase. No estaba concentrado en eso… Mi corazón me decía que regresase a casa», decía hace seis meses.

Valoración salarial

Aunque el hecho de no hablar con Riley diese la puntilla, la realidad es que llegó un momento en el que Wade dejó de sentirse valorado. Primero renunció a dinero para poder tener a LeBron James en el equipo y después, tras ver como Chris Bosh recibía el máximo, él no recibía el mismo trato.

«No me gustó cómo se hicieron las cosas, creo que no se llevaron a cabo de la manera correcta. El mismo año que LeBron se fue firmaron a Chris por el máximo. Estoy feliz por Chris y pensé: ‘Es mi turno’. Eso me hizo daño. Ese fue el primer momento en el que sentí que lo daban por sentado», comenta en relación a la que la gerencia de la franquicia de Florida no se esforzó porque creían asegurada su continuidad.

Riley, arrepentido

Como en toda historia de ruptura siempre hay cierto aroma a fracaso, a pude haber hecho más. Justo en esa línea se mueve Pat Riley desde el día siguiente en el que Dwyane Wade anunció que sería un ‘bull’. «Era mi responsabilidad hacer que ocurriera y no lo hice«, comentaba en relación a no haber tenido un plan de futuro para él. La cuestión es que todo venía de mucho antes, de ese verano de 2014 en el que tampoco le pareció bien dar el máximo a Wade. Arrepentido sí, pero demasiado tarde.


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