La temporada de Victor Wembanyama a nivel numérico tiene poco parangón en el baloncesto moderno. Sus 20 puntos, 10,2 rebotes, 3,3 asistencias, 3,3 tapones (líder de la NBA) y 1,3 robos son promedios de All-Star y All-Defense. Por si fuese poco, su reducido tiempo de juego, 28 minutos por encuentro, hace que su promedio de anotación por minuto (0,725) sea el más alto desde el de Michael Jordan (0,736)para un recién llegado a la liga. Sin embargo, y aunque admite que está incluso por encima de sus expectativas, Gregg Popovich asegura que aún tiene cosas que mejorar de aquí a que finalice la temporada.
Las pérdidas han sido el Aquiles de su juego ofensivo. Rodeado de tan poco talento en ataque, las defensas se pueden permitir ser agresivos y lanzar dobles y triples marcas sobre Wemby. Provocándole más estravíos (3,5) que asistencias por noche. «Todavía está acostumbrándose a la velocidad e intensidad de la liga. Así que tiene cosas aún por pulir para hacer su juego más sólido en ciertas facetas. Leer cuando le lanzan dobles y triples ayudas, saber cuando soltarla», apunta Pops en una charla Andscape. Además, también le gustaría ver desarrollo en su juego de espaldas a canasta.
Una de las cualidades más asombrosas del francés es, precisamente, su capacidad de aprendizaje. «Si lo hago mal quiero que me envíen a la G League para aprender», llegó a decir durante sus primeras semanas en la NBA. Incluso da la sensación de ser un jugador muy diferente al que aterrizó en la NBA en octubre, con una madurez impropia de su edad y corto bagaje allí. «Nos pasa como con David Robinson, que le damos por hecho y, cuando miras la línea estadística cada noche, sus números te sorprenden porque los hace con mucha facilidad», añade su técnico.
(Fotografía de portada de Cole Burston/Getty Images)