Los San Antonio Spurs empiezan a creer que pueden tratar de tú a tú a cualquiera. Y lo cierto es que tienen motivos para pensarlo. El cuadro texano se ha llevado esta madrugada una victoria de prestigio al imponerse a los Denver Nuggets por 110-113, en un duelo marcado por el cara a cara entre la estrella emergente Victor Wembanyama y el tres veces MVP Nikola Jokic, una diferencia de estatus que, al menos en esta ocasión, no fue tal sobre la pista.
Ambos jugadores parecían tener este choque marcado en el calendario, y salieron decididos a dejar un choque para el recuerdo. Buscaron ser protagonistas, se emparejaron el uno con el otro en numerosas ocasiones, y, con ello, firmaron uno de los mejores cara a cara de lo que llevamos de temporada.
Duelo de gigantes
Jokic dominó en lo numérico, terminando con unos salvajes 41 puntos, 18 rebotes y 9 asistencias con los que lideró a unos Nuggets que necesitaron todo lo que pudiera darles. Y es que estos números llegaron de la mano de una eficiencia mucho más baja de lo habitual para el pívot, que lanzó hasta 36 veces a canasta y solo pudo convertir 15 de ellas ante los interminables brazos del francés. Pero, en una noche en la que ni Westbrook ni Murray estuvieron finos y solo Michael Porter Jr., con 22 tantos, le sirvió de apoyo, no le quedó otro remedio.
Wembanyama, por su parte, no se quedó lejos de Nikola al sumar 35 puntos, también 18 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones. Y, lo que fue más importante, lo hizo de manera más eficaz y mejor apoyado. Victor dominó todas las áreas de la pista, sumando en la pintura, desde la media distancia y desde el triple hasta terminar con un 14/22 en tiros de campo que le consagró como el hombre más importante en la pista en una noche en que compartía parqué con uno de los (¿dos? ¿tres?) mejores jugadores del mundo
Wembanyama, no obstante, contó con varios apoyos importantes. Devin Vassell fue su mejor aliado en el quinteto inicial con 18 tantos, pero recibió también ayuda del banquillo de la mano de Keldon Johnson y Julian Champagnie, que sumaron 16 y 15 respectivamente para evidenciar la diferencia de profundidad de ambas plantillas. Y es que el banquillo de los Spurs se impuso al de Denver de forma clamorosa (13-37), dando lugar a una actuación más equilibrada que valió un triunfo fundamental.
Con él, San Antonio se sitúa más cerca de los puestos de acceso directo a playoffs que de caerse fuera del play-in, con un balance 18-16 que les vale para ser octavos del Oeste y soñar con grandes cosas. Porque, aunque es obvio que aún es pronto para este equipo, también es innegable que tienen un monstruo que los puede llevar hasta donde quiera.
(Fotografía de portada: Isaiah J. Downing-Imagn Images)