Wemby ya está ‘casi’ a su nivel

Lento y progresivo, como un ejemplar poiquilotermo que tarda en arrancar por las mañanas hasta que su cuerpo entra en calor tras digerir los rayos ...

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Por Enrique Bajo

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Lento y progresivo, como un ejemplar poiquilotermo que tarda en arrancar por las mañanas hasta que su cuerpo entra en calor tras digerir los rayos del sol.

Así ha sido el comienzo de curso 2024/25 de Víctor Wembanyama, con sus músculos desentumeciéndose y su sentido del juego volviendo a impregnarle desde la punta de los pies hasta las yemas de sus infinitos dedos. Esos que Domantas Sabonis sufrió en el United Center con todo su ser.

Del pívot de los Spurs se espera, mínimo, lo que está haciendo ya y que supone el culmen estadístico de muchos centers históricos: promediar un 20/10. Veinte puntos y diez rebotes, sinónimo interior de certeza y fortaleza. Wemby no sólo está ahí de regreso, como en su campaña rookie, sino que añade casi cuatro tapones de promedio por partido .

Wemby ya está 'casi' a su nivel

Con estas cifras ya opaca al 90% de los jugadores emblemáticos y dominadores de la pintura que han pasado por la NBA, y se coloca al acecho de esos boxscore de MVP que promediaron David Robinson o Tim Duncan, lejos aún, eso sí, del mejor Hakeem Olajuwon.

Por lo amplio de su hábitat de influencia parece injusto exigirle porcentajes de acierto cercanos al 60% típico en pívots que se desenvuelven a escasos metros del hierro; pero sí tocará pedirle rondar, mínimo, el 50%, para considerarle una estrella realmente eficiente en el juego de ataque.

Y para ello lo primero es una de dos: o que tire menos triples (7,5 por partido parecen muchísimos para un jugador de 2,26 metros) o que empiece a meterlos con más regularidad. Como hizo anoche ante los Sacramento Kings del lesionado Monk y del gran talento lituano, Sabonis.

Un poderío transversal

34 puntos, 14 rebotes, 6 asisencias, 3 tapones, 1 robo y 6 de 12 en tiros de tres para un 59% de acierto final en tiros de campo. No sabemos si esta es la versión definitiva hacia la que se encamina el galo, pero sí es por ahora la que Gregg Popovich –otrora enemigo acérrimo de la fiesta del triple– parece empeñado en alimentar.

En todo caso, de regreso prácticamente a ese innegociable 20-10…+4 y una conexión con Chris Paul que mejora a cada noche de partido (11 asistencias ayer del playmaker), el unicornio Wemby sigue siendo, en su segundo año en la Liga, una sólida realidad.

(Fotografía de portada de Ronald Cortes/Getty Images)

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