LaMarcus Aldridge arrastraba un resfriado, pero eso no le impidió convertirse en el jugador más destacado de la noche. El ala-pívot logró 26 puntos, 15 rebotes y 2 asistencias para imponerse a los Minnesota Timberwolves por 93-107.
Los visitantes, que solo pudieron contar con 10 jugadores, perdieron al novato Andrew Wiggins en la primera parte y, además, Mo Williams llegaba tocado. Pese a las circunstancias, consiguieron pelear hasta el final.
«Ellos estuvieron en zona y nosotros no supimos leerles bien», dijo Aldridge.
Matthews, en estado de gracia
Wesley Matthews agregó 23 puntos con un destacado 6/10 desde la larga distancia. El escolta acumula tres partidos seguidos anotando al menos 5 triples.
El pasado 26 de noviembre consiguió un 6/9 en triples ante los Charlotte Hornets y el día 28 ante Memphis Grizzlies destacó con un 7/12.
«Al final pareció que fue un buen partido, pero la mayor parte de la noche luchamos para entrar en ritmo», dijo Terry Stotts. «Minnesota hizo un buen trabajo en cambiar las cosas, ir con una zona, por lo que fue un partido sin mucho ritmo», explicó.
Shabazz Muhammad, que salió desde el banquillo, estableció el récord anotar de su carrera con 28 puntos y un 12/17 en tiros de campo.
Las lesiones están diezmando a la plantilla de Minnesota, ya que, unida a las bajas de Ricky Rubio, Nikola Pekovic o Kevin Martin, en la pasada madrugada también cayó Andrew Wiggins, quién solo pudo disputar 19 minutos.
Mo Williams, que se enfrentó a su ex-equipo, jugó con faringitis, pero eso no le impidió cosechar 21 puntos y 11 pases de canasta.
«Soy un jugador de equipo, así que voy a hacer lo que sea necesario para que podamos volver a estar sanos», dijo el base.