Han pasado muchas temporadas, tantas como seis, pero el tiempo no ha hecho que se borre el buen recuerdo que guarda Russell Westbrook de aquellos tiempos en los que compartía vestuario con Kevin Durant y James Harden.
Fueron solo tres campañas juntos, pero de una intensidad enorme. El primer año cayeron en primera ronda de playoffs, al segundo alcanzaron las finales de conferencia, donde perdieron contra Dallas Mavericks, y al tercero pelearon hasta colarse en la lucha final por el anillo, el cual se les escapó ante los Miami Heat de LeBron James.
Ahí quedó todo. Cuando podían haber creado una dinastía para muchos años, James Harden, sin sitio para crecer y con un salario que se proyectaba prohibitivo para unos Thunder que lo apostaban todo a Westbrook y Durant, marchaba a Houston Rockets vía traspaso. Así define Westbrook los tres cursos que compartieron:
«Es una bendición. Es algo que no sucede muy a menudo. Es una bendición poder jugar con esos muchachos, pero al mismo tiempo conozco y entiendo el camino que tomó cada uno, algo que les llevó a estar al nivel que tienen ahora», comenta el actual MVP justo antes de enfrentarse a Houston en declaraciones recogidas por Slam.
Resultados por separado
Como decíamos, Harden se fue a los Rockets, donde se convirtió en uno de los mejores de la NBA; eso sí, aún no sabe lo que es repetir en unas Finales, justo la misma situación en la que se encuentra Westbrook. Durant por su parte tomó rumbo a Golden State en 2016 en busca de un anillo que consiguió a la primera. La pregunta de qué hubiesen logrado juntos será eterna.