Ni siquiera el día después de un partido tan intenso como el que enfrentó a Oklahoma City y a San Antonio tuvieron los Hornets la oportunidad de asaltar el Chesapeake Arena. Los 29 puntos conseguidos por Westbrook en apenas 25 minutos fueron suficientes para que no hubiera partido en el último cuarto y ambos equipos introdujeran a sus jugadores menos habituales. Finalmente, los Thunder vencieron 98-75.
Los de Charlotte jugaron un partido difícilmente empeorable, superando la veintena de puntos solamente en el primer periodo. Al Jefferson solamente anotó 4 puntos, mientras que Kemba Walker aportó 6. Brian Roberts, con 17 desde el banquillo, fue el único jugador que dio la cara ante los muy superiores Thunder.
«Siempre hablamos de defender bien todas las noches, y en partidos back-to-back salir con una mentalidad tan buena en defensa para 48 minutos, es algo que me enorgullece», dijo Scott Brooks. El entrenador de los Hornets, Steve Clifford, opina que el éxito defensivo de los Thunder se basa en «lo largos y grandes que son sus jugadores. Todos nuestros tiros fueron bien defendidos».
Charlotte anotó menos del 30% de sus lanzamientos
Pocas veces se ve a un equipo NBA acabando el partido con una estadística de 28% de acierto en tiros de campo. Los Hornets, con el 2 de 13 de Kemba Walker, el 1 de 8 de Gary Neal y el poco habitual 2 de 7 de Al Jefferson no pudieron siquiera competir y sucumbieron ante el 40% en tiros de Oklahoma, porcentaje también discreto que se vio afectado por el último cuarto jugado por los menos habituales.