Zach LaVine ha aprovechado una sesión de preguntas con la prensa durante su estancia con la selección estadounidense para mandar un mensaje de clama a los Bulls. El escolta aún está pendiente de firmar su extensión de contrato, la cual la franquicia esperaba tener solucionada antes del comienzo de la agencia libre el 1 de agosto. Sin embargo, la gerencia de Chicago empieza a dudar sobre cómo deberían afrontar las negociaciones con su estrella.
LaVine no finaliza su actual contrato hasta el año que viene, cuando se podrá convertir en agente libre sin restricciones. Esto deja sobre la mesa la opción de firmar ahora por cuatro años y 105 millones de dólares ahora o intentar limpiar 14 millones del espacio salarial durante la offseason y poderle ofrecer unos 33 millones por año al término de la misma. La otra alternativa es esperar al próximo verano y darle la oportunidad a LaVine de optar a un súper máximo con su presencia en los equipos All-NBA de la temporada. Lo cual conlleva el riesgo de que algo salga mal entre ambas partes y el jugador decida salir a la agencia libre en 2022.
Por su parte, LaVine ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad. «Estoy dejando la situación en manos de mi agente. Pero estaré feliz siempre y cuando lleguemos a un acuerdo. Quiero estar aquí [Chicago Bulls] a largo plazo. Veremos cuando acaba ocurriendo. Si es este año o el siguiente, que sea lo que sea». El jugador hacía hincapié en que no pretende que su situación entorpezca los movimientos de la gerencia, pues obviamente le interesa que se trabaje en mejorar el equipo.
Ya en el último cierre de mercado de traspasos los Bulls dejaron claro que para ellos la prioridad es ganar partidos. La contratación de Nikola Vucevic muestra una confianza en el actual proyecto para, por fin, volver a ser un equipo relevante en la Conferencia Este. Aunque el undécimo puesto de esta temporada quede muy lejos de las expectativas depositadas.
(Fotografía de portada de Mitchell Leff/Getty Images)