Zion Williamson podría perderse algún partido de este tramo final de temporada por culpa de unos dolores en un dedo de su mano izquierda. A pesar de que las pruebas de rayos X descartaron problemas serios, el jugador siente molestias y tendrá que ser evaluado día a día para determinar su estado antes de cada partido, incluyendo por supuesto el que los Pelicans jugarán esta noche ante San Antonio.
No obstante, en la franquicia respiran aliviados, pues una dolencia mayor a estas alturas podría haber sido realmente peligrosa para las opciones del equipo: «Estructuralmente todo está bien. Solo es algo de dolor» confirmó Willie Green.
Con todo, en un Oeste tan comprimido y en plena pelea por evitar el play-in, cualquier noche sin el ala-pívot puede suponer un problema para los de Luisiana, que ya cuentan con la baja de Brandon Ingram. Sin sus dos máximos anotadores, Nueva Orleans puede encontrarse con dificultades ofensivas que le compliquen este tramo decisivo, aunque lo cierto es que hombres como C.J. McCollum y Trey Murphy han respondido cuando ha sido necesario. Y tal vez tengan que volver a hacerlo.
El partido a mirar con lupa es el de este domingo, en el que los Pelicans visitarán a los Suns en un choque directo por la sexta posición del Oeste. Por un lado, es de esperar que Zion quiera estar presente en este cara a cara, pero por otro sería demasiado osado arriesgar con la postemporada tan cerca, de modo que todo dependerá de cómo se vaya encontrando estos días.
(Fotografía de portada: Chris Graythen/Getty Images)