Si alguien quería esperar a verlos en acción antes de subir al tren del hype de los New Orleans Pelicans, ya puede ir comprando el ticket y pasando al andén. El equipo de Luisiana arrancó el año ofreciendo una ilusionante imagen en el Barclays Center de Brooklyn, donde se impusieron por 108-130 en el que fue un debut prácticamente soñado. Los de Willie Green ofrecieron una imagen arrollado ante unos Nets que son, al menos por plantilla, uno de los rivales más complicados del campeonato, confirmando las buenas sensaciones que se tenían sobre ellos.
Nueva Orleans fue siempre por delante en el marcador, y no necesitó más de cinco minutos para abrir una diferencia de dobles dígitos (4-16) y empezar a poner tierra de por medio. Los de Nash trataron de aguantar el vendaval, pero con un brillante tercer cuarto los visitantes pusieron la máxima distancia del partido (66-92) y dejaron claro que no iban a dejar a su rival rehacerse. Los neoyorquinos afrontaban una noche inaugural en la que debían demostrar que habían superado el batacazo de los últimos playoffs, y lo cierto es que con este duro golpe hicieron más bien lo contrario.
Quien sí despejó dudas para bien fue Zion Williamson, a quien se vio tan rápido y explosivo como siempre y usó esas virtudes para sumar 25 puntos en su primer partido oficial desde mayo de 2021. El ala-pívot, que pareció tener muy claro cómo hacer daño, atacó una y otra vez la pintura de los Nets, desde donde realizó sus 22 tiros a canasta, y su poderío en la finalización le permitió anotar la mitad de ellos para firmar una noche relativamente eficiente. Con 9 rebotes, 4 robos y 3 asistencias, el de los Pelicans brilló además en otros apartados, dejando más que satisfecho a su entrenador.
«Es como si no hubiera estado ausente ni un segundo» aseguró Green. «Hay veces en las que simplemente quieres darle el balón para ver qué hace».
No fue tan brillante el primer partido en año y medio de Ben Simmons, que estuvo muy gris en los dos lados de la cancha y firmó unos pobres 4 tantos, 5 asistencias y 5 rebotes. Con todo, el australiano no fue el único en tener un estreno decepcionante, pues muchos de sus compañeros tampoco estuvieron nada finos, incluido Kyrie Irving, que con su 6/19 en tiro no pudo pasar de los 15 puntos. Solo Kevin Durant, que anotó 32, dejó buenas sensaciones en lo individual, pero de poco sirvieron en medio de la absoluta inoperancia colectiva.
El alero fue de hecho el máximo anotador del duelo, imponiéndose a los 28 que sumó Brandon Ingram en el otro lado. El de los Pelicans, no obstante, estuvo mejor rodeado, pues además de con la ayuda de Zion contó con los 21 tantos de C.J. McCollum, los 16 de Trey Murphy y los 15 de Jonas Valanciunas, que sumó además 13 rebotes. En general, los de Nueva Orleans parecieron un equipo con más recursos, con las ideas más claras y con más hambre, pero pese a todo cabe recordar que este es solo el primero de los 82 partidos de temporada regular.
(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)