Damian Lillard ha protagonizado algunos de los momentos más curiosos de este verano tras ser el primero en dar la noticia, a través de Twitter, sobre los cambios de trabajo de reputados periodistas de la NBA. Véase cuando lanzó en primicia en la red social que Sam Amick cambiaba USA Today por The Athletic, y siempre usando un lenguaje muy similar al que acostumbramos ver en los insiders.
Este tipo de tuits fueron interpretados por todos como una broma, y así lo era en su forma; pero en el fondo también escondían por parte de Lillard cierto poso de crítica hacia la labor de los medios ya que los jugadores, muchas veces, no tienen la oportunidad de opinar sobre si quieren que ciertas historias sean contadas en ese momento o si se podrían esperar unos días para filtrar datos que pueden ser contraproducentes para los intereses del deportista. O esa, al menos, es la opinión que desliza Lillard en esta entrevista con The Athletic:
“Se trataba solo de ponerse el zapato en el pie contrario. Creo que hay un montón de cosas por las que pasamos los jugadores, o que a veces puede salir una historia que tenga cierta parte de verdad, pero a la que alguien le añade su propia versión. Y los jugadores no tenemos la oportunidad de decir: ‘No, no quiero que esto salga ahora’. Ni tampoco podemos corroborar si eso efectivamente ha ocurrido. O si se trata de algo verídico, pero sobre lo que preferimos que ahora no se filtre nada”, esgrimió el base de los Trail Blazers.
“Básicamente mostré cómo se siente uno al ser vulnerable o estar a merced de una situación por la que quizás no quieras pasar. [Mis tuits] fueron casi como si cualquiera pudiera informar ahora. No soy un periodista, no he hecho esto antes, pero de repente sí estoy en disposición de poder informar de algo y ya es un juego algo más justo, ¿me entendéis?”, añadió.