Nets-Hawks: pura pasión

Post que invita al dulce sarcasmo desde el titular hasta al punto final. Una verdadera pena.

Hace tan solo tres temporadas, los Atlanta Hawks cerraban el curso regular con un balance de 60-32, primeros de la División Sudeste.

Hace tan solo tres temporadas, cuatro jugadores de un mismo equipo se vestían para el All-Star; sus nombres: Jeff Teague, Kyle Korver, Paul Millsap, Al Horford.

Hace tan solo tres tempordas, los Brooklyn Nets de Prokhorov sobrevivían a la marcha de Pierce y Garnett, y lograban colarse en los playoffs, octavos, con gente como Deron Williams, Thaddeus Young, Joe Johnson, Mason Plumlee o Brook López en sus filas.

Anoche, 4 de diciembre, entre marchitarse ante los anuncios de Antena 3, leer las noticias a través Teletexto, o ver en directo el encuentro que enfrentaba a Brooklyn Nets y Atlanta Hawks, la pugna por ser el mejor plan prometía.

Una imagen dice más que mil palabras. Pues aquí está la imagen, cortesía de SB Nation. Al más puro estilo Chris Kaman.

El duelo era un careo entre los equipos penúltimo y antepenúltimo de la Conferencia Este; Hawks (5-18) y Nets (9-14) respectivamente.

El Philips Arena, pabellón de los primeros, cuenta con un aforo de 18.729 espectadores. Ayer el registro rezumaba un 64% de su capacidad. Un mosaico desangelado, deconchones humanos aquí y allá, mientras partidos disputados a la misma hora pero en distintos puntos del país, (Bucks-Celtics, Sixers-Suns, Pelicans-Warriors, Bulls-Cavaliers) presumían de lleno absoluto.

Precios disuasorios

Los precios de las entradas no ayudan, especialmente en las zonas VIP. Peor aún es que parecen no tener intención de aprender de sus errores. El próximo cruce entre Hawks y Nets tendrá lugar el 12 de enero, y los precios de los mejores asientos superan los 250 dólares. Una cifra que disuade incluso a los bolsillos más henchidos.

El espectáculo ofrecido a pie de pista, no responde al coste de la entrada. Ayer no hubo rastro de emoción desde el tercer cuarto, cuando los Nets infligieron un parcial de 31-15 a sus rivales. La rotación de Mike Budenholzer concluyó el encuentro con un acierto en tiros de campo inferior al 40%, y la imagen dada no es sino la perfecta pista de que la temporada se les va a hacer infinita hasta el día del Draft.

Lo mejor en estos casos es improvisar una siesta, modo Blancanieves, a lo ancho en un «sofá»; siesta algo incómoda, quizás, pero tasada, en su heterodoxia, en más de mil dólares.


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