Los Minnesota Timberwolves sigue cogiendo ritmo. Aunque no sin sufrimiento, el cuadro de Chris Finch se ha hecho esta madrugada con su tercera victoria consecutiva al asaltar el Smoothie King Center por 142-149 en un encuentro en el que han llegado a estar contra las cuerdas y en el que han necesitado de una prórroga para imponerse. Dos problemas que han quedado como menores gracias a la intervención de Anthony Edwards.
Con 44 puntos, 30 de ellos en la segunda mitad, el escolta fue la respuesta de los Timberwolves para prácticamente todo. ¿Los Pelicans se van 30 arriba en el tercer cuarto? Balones a Edwards, que anotó 19 de sus tantos en dicho periodo para cerrar la brecha. ¿Quedan 7 segundos para el final y Nueva Orleans gana por 129-127? Balón a Edwards, que anotó la bandeja que llevó el choque al tiempo extra. Y que, en resumen, hizo lo que fuera necesario hasta acabar extenuado.
Y es que, en vista de su titánica actuación y de cómo se estaba complicando el encuentro, Finch se vio obligado a pedirle que lo diera todo y lo mantuvo en pista desde el descanso hasta el final. Todo el tercer cuarto, todo el último cuarto, toda la prórroga. Tal estaba siendo el grado de dependencia en la segunda mitad de Minnesota, que, salvo por el acierto de McDaniels y algunos triples de DiVincenzo, apenas le ofreció ayuda en este tramo.
Sí lo hizo, no obstante, en la prórroga, en la que tanto Julius Randle, muy gris hasta ese momento, como Rudy Gobert, dominante en la primera parte, desaparecido ofensivamente en la segunda, sumaron 8 puntos cada uno para cerrar el choque con solvencia. Y aunque en el caso del francés estos llegaron casi todos asistidos por el propio Edwards, Randle sí supo dar un necesario paso adelante para devolver a los Timberwolves a los puestos de acceso directo a playoffs.
¿Revancha inminente?
Los Pelicans se quedaron por tanto con la miel en los labios en un choque en el que, pese a la derrota, volvieron a ilusionarse con el buen rendimiento de Derik Queen y Jeremiah Fears, que con 21 puntos cada uno siguieron demostrando ser algunos de los rookies más prometedores de su generación. Y, junto con Saddiq Bey, fueron los acompañantes perfectos para un inspirado Trey Murphy que, pese a ir de más a menos, terminó con unos llamativo 33 tantos y 15 rebotes.
Nada de esto sirvió sin embargo para evitar la 19ª derrota en 22 encuentros, aunque si los de Luisiana se quedaron con ganas de revancha tendrán una oportunidad prácticamente inmediata para cobrársela. Ambos equipos volverán a verse las caras este jueves en el mismo escenario, dando a los locales la posibilidad de ajustar e intentar rascar un nuevo triunfo. Aunque para ello tendrán que aprender cómo contener a Anthony Edwards.
(Fotografía de portada: Matthew Hinton-Imagn Images)
