Hace tres días, Austin Reaves se erigió como el héroe de los Lakers al guiarlos a la victoria en Sacramento con 51 puntos en ausencia de Luka Doncic y LeBron James. Hoy, el protagonista ha sido el mismo. Aunque por razones un tanto diferentes.
El base ha vuelto a ser el mejor de los suyos, aunque, con un 9/24 en tiros de campo, lo ha sido con una versión más humana como anotador. Eso sí, la canasta que había que meter, la ha metido. La que ha marcado la diferencia entre el triunfo y la derrota, la que ha dejado en silencio al Target Center de Minnesota, la que sobre la bocina ha dado la victoria a los angelinos por 115-116. Esa ha llevado su firma. Porque, según parece, Reaves se puede vestir de héroe las veces que haga falta.
Austin recibió el balón con solo 6,6 segundos para el final, tiempo suficiente para crearse un buen tiro pero no tanto como para andarse con rodeos. Así que, en cuanto recibió el bloqueo de Ayton, se lanzó hacia dentro colándose entre McDaniels y Gobert hasta llegar a la pintura. Allí llegó la ayuda de DiVincenzo, pero esta resultó mucho menos intimidante y no le impidió lanzar un floater que, a tres metros del aro y sin más intimidadores punteándolo, solo podía tener un destino.
AUSTIN REAVES WINS IT FOR THE LAKERS IN MINNESOTA 😱😱😱 pic.twitter.com/qftaDRTenE
— ESPN (@espn) October 30, 2025
La plantilla de los Lakers estalló en júbilo, y no era para menos. No solo por el triunfo, sino por el alivio de haber evitado la tragedia de dejar escapar un encuentro en el que ganaban por 20 a falta de 15 minutos. Ahora, ese fatídico último cuarto en el que la defensa de Minnesota los bloqueó por completo y les hizo casi imposible encontrar buenos tiros es más fácil de olvidar y de ignorar. Los dos hombres llamados a poner solución a esos problemas volverán más pronto que tarde. Ahora pueden centrarse en celebrar.
Bien acompañado
No obstante, aunque Austin Reaves ganó el partido como anotador, brilló más si cabe como generador. Asumiendo el control del balón casi en todo momento, fue el encargado de iniciar gran parte de las jugadas y de crear la mayoría de las ventajas, activando las ayudas de los Timberwolves y distribuyendo a partir de ahí para que sus compañeros anotasen. Y estos no desaprovecharon demasiadas oportunidades.
El base terminó el encuentro con 16 asistencias, igualando la mejor marca de su carrera con un enorme repertorio de acciones. Su capacidad para pisar pintura hizo colapsar a la defensa para luego asistir a tiradores, su velocidad iniciando los ataques le hizo encontrar a compañeros que corrían en transición, su conexión con Ayton le hizo alimentar al pívot en la pintura. Y así, le fue fácil encontrar aliados.
El principal fue Jake LaRavia, quien con 27 puntos anotó en este encuentro más que en los otros cuatro que ha disputado como Laker juntos, pero no fue ni mucho menos el único en brillar. Ayton, con 17 tantos y 10 rebotes, demostró lo que puede aportar aun con sus carencias; Hachimura volvió a sumar como de costumbre, Knecht fue el mejor suplente con 15…
De esta forma, las ausencias de Doncic y LeBron se están tornando menos trágicas de lo que se podía haber esperado hace unos días. Y el responsable es el hombre con el dorsal 15 a la espalda al que veremos cuántos milagros le quedan en las manos.
(Fotografía de portada: Jesse Johnson-Imagn Images)
