Alemania aún no sabe lo que es sufrir

Alemania cierra la primera fase con cinco victorias arrolladoras. ¿Es la clara favorita a coronarse campeona?

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Por Aitor Darias

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Con el autoritarismo de 1939 pero sin los resultados de 1945. Así ha sido el paso de Alemania por la primera fase de este Eurobasket. Incluso con el primer puesto prácticamente en el bolsillo y ante una Lituania anfitriona, los germanos han sacado la artillería pesada y se han llevado un contundente triunfo en la última jornada del Grupo B por 61-91.

La quinta en cinco partidos. La quinta sin saber lo que es ir por detrás en la segunda parte. La quinta por más de 19 tantos de diferencia. Quien se pregunte cuál es la selección más dominante del torneo, que relea este párrafo para encontrar la respuesta.

Un plan arriesgado

Podrá acusarse a los finlandeses de muchas cosas, pero desde luego no de falta de osadía. Tuovi, lejos de dejarse intimidar por el dominio germano, planteó un partido veloz, alegre y en el que no tuvo miedo a que reinara un poco el caos. En resumen, el contexto que más disfruta Alemania. Una apuesta que, a ratos, dio los frutos que el técnico parecía buscar.

La rapidez y energía de los locales, que se mantuvo con y sin Lauri Markkanen en pista, les hizo firmar un arranque en el que, lejos de verse sobrepasados por los campeones del mundo, pudieron tratarlos de tú a tú. Sin pensárselo dos veces a la hora de lanzar, moviéndose y cortando sin parar, y cargando el rebote ofensivo de forma constante, parecieron asumir cuál iba a ser el tipo de encuentro que se iban a encontrar y, en vez de tratar de evitar, abrazarlo.

El problema es que ese plan ante esta Alemania es peligroso. En la teoría tiene cierto sentido leer el tipo de partido que se viene y emplear las armas que mejor se ajustan a él, pero en la práctica implica dejar que el equipo más arrollador del torneo pueda sentirse en su salsa.

En concreto, con Dennis Schröder sobre la pista, es enfrentarse a Hattori Hanzo y elegir que sea en un duelo a katanas. ¿Va a ocurrir algo llamativo y divertido para el espectador? Sin duda. ¿Serás tú el damnificado? Es probable.

El paso de los minutos fue confirmando esa lógica, con el base brillando como generador tanto en transición como a pista abierta e Isaac Bonga creciendo como elemento disruptivo en defensa. Y quién sabe si por cansancio acumulado o por mayor conocimiento de su rival, Finlandia fue sufriendo más para encontrar buenos tiros o para ganar esos balones y rebotes divididos.

Y con ello sus opciones empezaron a mermar mientras la distancia en el marcador hacía todo lo contrario.

Inevitable

El problema es que, contra este equipo, la mayoría de selecciones no tienen forma de llevarse el partido a otro terreno. Los finlandeses lo intentaron en la segunda mitad, en la que creció el nivel físico para intentar de limitar las acciones en la pintura. ¿Sirvió eso de algo? Ciertamente de muy poco.

Sirvió si acaso para trabar el partido un poco más. No porque los dos equipos dejaran de intentar correr, sino porque ambos hicieron un esfuerzo más consciente para intentar que su rival no lo hiciera. Seguía habiendo acciones en transición pero eran menos fructíferas, lo que llevó al encuentro a una fase un poco extraña en la que a ambos equipos les costó tener continuidad y ni los unos se acercaban ni los otros se alejaban. Al menos durante un rato.

Porque, como en la primera parte, Finlandia fue yendo de más a menos mientras que Alemania fue un martillo pilón. Batirlos exige una perfección constante, y a la que tengas un mal minuto te clavan dos triples, te anotan dos canastas en transición y te dejan preguntándote en qué momento has perdido el partido. Solo sabes que te quedan 8 minutos de baloncesto por delante, estás 25 abajo y te quieres ir a casa.

Jugadores destacados

Estos fueron los mejores jugadores del Finlandia-Alemania.

Dennis Schröder

Otra de esas noches en las que sale a divertirse y contagia de ello a sus compañeros. Veloz, agresivo, imaginando pases y jugadas para sus compañeros y haciendo jugar a la mejor selección del Eurobasket. Con 16 puntos y 9 asistencias, broche de oro a una primera fase para enmarcar.

Isaac Bonga

Responsable en gran medida de que Lauri Markkanen se quedase en 11 tantos. Los 4 robos con los que terminó no son ni de lejos reflejo suficiente de su omnipresencia a la hora de meter manos sobre balón, cortar líneas de pase e intimidar lanzamientos cerca del aro. Su segundo cuarto, una obra magna de lo que significa defender.

Franz Wagner

Con 23 puntos, máximo anotador de Alemania y del encuentro en el enésimo ejemplo de lo dominante que puede ser cuando se entra en la fase de campo abierto. Solo le faltó algo de acierto en el triple para poner la guinda a la noche.

(Fotografía de portada: FIBA)

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