Gran pero insuficiente regreso de Curry

Steph regresa a la acción con 39 puntos, pero no puede con unos Timberwolves sin Edwards

Foto del autor

Por Aitor Darias

Publicado el

Tras un par de semanas de ausencia, los Golden State Warriors esperaban con ansia el regreso de Stephen Curry, y en su vuelta a la acción se hizo evidente el porqué. El base firmó una estelar reaparición en la que volvió a vertebrar el ataque de los suyos y a hacer vibrar al Chase Center con sus triples, siendo el protagonista inequívoco de una noche que lo tenía todo para ser perfecta para los californianos. Y que, precisamente por eso, hizo que lo ocurrido resultara más doloroso.

Porque al final ni con 39 puntos de Curry pudieron los Warriors tumbar a unos Timberwolves sin Anthony Edwards, que se llevaron el triunfo por 120-127 tras un último cuarto de caos. Uno en el que llegaron a tenerlo todo de cara, estuvieron cerca de tirarlo por la borda, y acabaron aferrándose a la victoria cuando parecía que iban a dejarla escapar. Y es que, a la hora de la verdad, los triples que más valieron no llegaron de las manos de Steph. Llegaron de las de Donte DiVincenzo.

Ascenso, caída y ascenso

Con Julius Randle reconvertido en líder, Minnesota estaba firmando un choque sorprendentemente parejo sin su verdadero número 1 tras los tres primeros cuartos, pero con la llegada del último los de Finch confirmaron que tenían todavía una marcha más. Un parcial de 0-17 que pareció surgir de la nada puso a los visitantes 12 arriba a falta de 6 minutos e hizo saltar las alarmas en San Francisco. Su rival no había venido solo en modo supervivencia. Había venido en modo de caza.

Pero no hay mejor respuesta a un parcial en contra que otro a favor inmediatamente posterior. Y consciente de ello, Curry decidió elevar su actuación de notable a extraordinario. Con tres triples en apenas tres minutos, el base comandó un 19-6 que volvió a dar un giro de 180º al encuentro, que de repente se quedaba de cara para unos Warriors que lo veían perdido hacía un par de posesiones.

Y que volverían a verlo perdido un par de posesiones después.

Porque fue aquí cuando terminaron de emerger dos hombres que venían siendo importantes para los Timberwolves pero que ascendieron a pilares maestros en el tramo final. El primero, un Rudy Gobert que campó a sus anchas por la pintura y que con dos mates sobre Quinten Post dio oxígeno a los suyos cuando más apretaba Golden State. El segundo, un DiVincenzo que aceptó el reto de Curry y afirmó que, si este encuentro se ganaba o se perdía desde el triple, él tenía algo que decir.

Comenzó con un lanzamiento que, después de que los Warriors tomaran la delantera, puso el empate a 117-117 y devolvió la calma a un Chase Center que ya se veía ganador. Pero si ese fue un jarro de agua fría, el segundo fue directamente un baño en un fiordo. Una daga que puso el 118-123 a falta de 28 segundos para confirmar la remontada local como un ejercicio estéril, como una forma de prolongar la agonía más que de agarrarse al partido.

Una daga que tiró por tierra los esfuerzos de Steph por regresar por la puerta grande.

Historia entre los veteranos

No obstante, Curry logró tener su momento de gloria aun sin el triunfo, pues el base se convirtió esta madrugada en el jugador con más partidos de 35 o más puntos una vez cumplidos los 30 años. En total, acumula 94 desde aquel 18 de marzo de 2018 en el que alcanzó la treintena, superando los 93 que firmó Michael Jordan desde su trigésimo cumpleaños hasta su retirada y consagrándose como uno de los hombres imperecederos de esta competición.

(Fotografía de portada: Robert Edwards-Imagn Images)

TE PUEDE INTERESAR