Se abusa en ocasiones del tópico de que un partido de liga regular parece de playoffs. Pero son encuentros como el de esta madrugada entre Nuggets y Rockets los que lo mantienen vivo. La lucha, el shotmaking, el paso adelante de las estrellas… Y en este caso, la narrativa. La narrativa de un Alperen Sengun que busca hacerse con el trono de mejor pívot del Oeste y un Nikola Jokic que se niega a soltarlo. Porque, tras una pelea continua, fue el serbio el que acabó imponiéndose y dando la victoria a los suyos.
128-125 fue el marcador final de un encuentro que necesitó de una prórroga para encontrar un ganador y en el que los dos centers exhibieron sus argumentos con sendos triple-dobles. Jokic, uno de 39 puntos, 15 rebotes y 10 asistencias; Sengun, de 33, 10 y 10 respectivamente. Y ambos casos, con una capacidad anotadora en el tramo decisivo que evidenció que aquí había mucho más en juego que un simple triunfo en el casillero.
Two of the league's best passers went head-to-head tonight 👀
— NBA (@NBA) December 16, 2025
Joker: 39 PTS, 15 REB, 10 AST
Alpi: 33 PTS, 10 REB, 10 AST
Denver secured the victory, winning their 5th straight! pic.twitter.com/BSlYpRreLl
La batalla del Ball Arena
Con diferencias cortas y ningún parcial dominante en toda la noche, los tres primeros cuartos resultaron un preludio de la tempestad que llegaría en el último. Acompañados por Jamal Murray y Kevin Durant, los dos protagonistas del ansiado duelo iban tanteando, marcando distancias y preparándose para lo que estaba por venir. Que no fue otra cosa que un toma y daca continuo y uno de los mejores finales de lo que va de curso.
Los últimos cinco minutos del tiempo reglamentario fueron una auténtica exhibición de talento ofensivo. Se llegó a ellos con empate a 102-102 y cuando concluyeron era un 117-117 lo que se reflejaba en el marcador. Y era una sonrisa de admiración e incredulidad lo que se reflejaba en las caras de los presentes.
Jokic proponía, Sengun respondía. Canastas desde media distancia, en la pintura, triples. Cada uno con sus armas, ambos con una eficacia abrumadora. Y por si fuera poco, se iban sumando invitados a la fiesta. En los locales, un Spencer Jones al que no le tembló la mano desde la esquina. En los visitantes, los triples de Jabari Smith y Durant. Un intercambio de golpes continuo que pareció acabar cuando, con 2,3 segundos para el final, Alperen sumó desde la pintura el gancho que ponía el 116-117.
Denver se tambaleaba. Pero no cayó a la lona.
Porque cuando los de Colorado buscaban poner el balón en juego para tratar de anotar la canasta ganadora, llegó la polémica. Tim Hardaway Jr. empezó a moverse para recibir y, con Amen Thompson encima, cayó al suelo en una acción que los árbitros señalaron como falta. Una falta que frustró a los texanos en una acción en la que no está claro si el contacto se produce antes o después de que THJ empiece a caer, pero que no cambió ni siquiera con el challenge gastado por Udoka.
Amen Thompson top oyuna girmeden faul yaptığı için Denver teknik faul kullandı Murray soktu. Sonraki kenar oyununda Jokic şutu kaçırdı ve maç uzadı. Amen salağı faul yapmasa Houston kazanacaktı. pic.twitter.com/owUSLZRoZP
— ashe 30' 28' (@Hoopaar) December 16, 2025
Al producirse antes de que se pusiera el balón en juego, la falta regaló un tiro libre y la posesión a los Nuggets. Y aunque no habían estado especialmente agraciados desde el 4,60 en el tramo final, esta vez Murray no perdonó. Sí lo hizo Jokic con el posterior triple sobre la bocina, pero el mal mayor ya estaba evitado. El choque quedaba destinado a la prórroga. Habría cinco minutos más de baloncesto.
Golpe de autoridad
La prórroga, no obstante, no podía estar a la altura de los cinco minutos anteriores. La sensación de drama y de tener muchas cosas en juego permanecía, pero el acierto empezó a decaer y el caos se apoderó de ciertos tramos. Y en él, se movieron mejor los Nuggets, que controlaron el tiempo extra de principio a fin y que solo vieron peligrar ligeramente la victoria cuando Sengun tuvo la oportunidad de forzar la segunda prórroga desde el triple.
Un triple que se quedó lejos de entrar. Y que terminó de certificar que, por ahora, los campeones de 2023 están un pasito por encima en este duelo de aspirantes a derrocar a OKC. Por ahora. Porque en Houston hay un bloque creciendo y que tiene ahora una sed de venganza que saciar.
(Fotografía de portada: Ron Chenoy-Imagn Images)





