Lituania se ha llevado el duelo de selecciones nórdicas. Con una convincente imagen, el cuadro báltico se ha impuesto a Finlandia por 78-81 en un choque menos parejo de lo que el marcador final puede dar a entender, pues su dominio fue consistente de principio a fin en un duelo fundamental para ellos. Con el triunfo, sellan el pase a octavos y tienen en su mano ser segundos de grupo. Con el triunfo, llega la tranquilidad que el tropiezo ante Alemania pudo alterar.
Anulando a Markkanen
Kurtinaitis comenzó a marcar la dinámica del choque desde antes siquiera de que este empezara con un interesante ajuste: dejar a Jonas Valanciunas en el banquillo. El seleccionador prefirió arrancar sin una de sus referencias en pista y apostar por quintetos más pequeños y móviles que ya le habían funcionado bien en alguna ocasión, y pareció hacerlo con una idea en mente: frenar a Lauri Markkanen.
Con el de los Jazz en estado de gracia, los lituanos apostaron por una defensa más disruptiva y agresiva, con jugadores pequeños buscando negarle la recepción y dificultarle poner el balón en el suelo. ¿Su solución? Tratar de aprovechar su ventaja de tamaño en el poste, pero tampoco le fue fácil. Las ayudas eran inmediatas y los espacios mínimos, lo que dio lugar a una primera parte en la que se le vio más incómodo que nunca en todo el torneo.
A cambio, Finlandia logró generar buenas situaciones tanto en la pintura como desde el triple, pero parecía ser algo con que Lituania estaba dispuesta a vivir. Como mínimo, mientras su rival continuase fallando desde el perímetro, algo que en la primera mitad, en la que firmó un 4/15, hizo con bastante asiduidad.
Y mientras los fineses atravesaban su momento más incómodo, los lituanos explotaban las virtudes que les han hecho brillar en este torneo: Jokubaitis como director de orquesta anotando y asistiendo tras bloqueo directo, un claro dominio en el rebote, y velocidad en sus transiciones y en la circulación. Al descanso, servía para mandar con algo de solvencia.
Sin Plan B
Y de hecho, sirvió hasta el final. La mejora finlandesa a nivel defensivo, cerrándose mejor sobre la pintura y forzando a Lituania a probar suerte desde el triple, les permitió frenar la anotación lituana, pero de poco sirvió sin formas consistentes de dar algo de vida a su propia ofensiva.
Markkanen acabó sencillamente desesperado. Recibir en el poste le forzaba a una pelea continua de la que sacaba escasa o ninguna ventaja, y cuando lo hacía lejos del aro no podía usar su velocidad como habitualmente hace ante defensores más altos. La situación requería algún ajuste o algún nuevo sistema que nunca llegó. Y por mucho que tratase de entrar en partido a la fuerza, le fue imposible.
Un arreón de triples llegó a dar algo de vida a los de Tuovi, pero cuando atacaban para colocarse a una sola posesión de diferencia Ignas Sargiunas colocó un tapón crucial que, junto al posterior triple de Sedekerskis, acabó con el sueño de la remontada. Esta vez no pudo ser para Finlandia, que perdió la oportunidad de garantizar ser, como mínimo, el segundo clasificado del grupo.
Pendientes de Jokubaitis
No obstante, la victoria puede no haber sido plena para los de Kurtinaitis, que tuvieron que ver cómo Jokubaitis abandonaba la pista con gestos de dolor que llevaron el susto a la grada lituana. Tras un mal apoyo de rodilla, el base cayó al suelo y pidió el cambio de forma inmediata, y en cuanto puso un pie fuera de la cancha se desplomó y tuvo que ser atendido a dos escasos metros de donde se estaba jugando el partido.
Tratándose de una articulación tan delicada como la rodilla y viendo sus dificultades para desplazarse, la situación dio algo de miedo. Pero tal vez haya evitado lo peor.
Jugadores destacados
Estos fueron los mejores hombres del Finlandia-Lituania
Rokas Jokubaitis
Líder indiscutible de su selección mientras estuvo en pista. Lideró con 16 puntos y 9 asistencias y fue en general el timonel del barco hasta que su rodilla lo obligó a abandonar la pista. Y su ausencia casi le cuesta a los suyos el choque.
Marek Blazevic
Defendido gran parte del tiempo por hombres de menor tamaño, aprovechó su ventaja para hacerse hueco en la zona, recibir y anotar cómodamente en la pintura, desde donde llegaron prácticamente todos sus 14 tantos. Clave también en el rebote ofensivo con 5 capturas en aro rival que contribuyeron al dominio lituano.
Margiris Normantas
Con su 1,94 de altura, tuvo que pegarse durante muchos minutos con Lauri Markkanen para evitarle recibir o para negarle cualquier ventaja cuando lo hacía. Excelente trabajo de desgaste que, junto con el de Ignas Sargiunas, dejó al de los Jazz mentalmente fuera del encuentro.
(Fotografía de portada: FIBA)