Hace unas semanas, Nikola Vucevic dio un triunfo a los Bulls con un triple a falta de 3 segundos ante los 76ers. Y la experiencia debió gustarle, porque hoy ha querido repetirlo añadiéndole un mayor componente heroico. El pívot ha anotado sobre la bocina el triple con el que Chicago ha ganado por 121-122 en Portland, culminando una remontada aparentemente imposible en los últimos segundos con la que dar un durísimo mazazo a los Blazers.
El cuadro de Oregón ganaba por 120-116 a falta de 16 segundos, diferencia que pudo ser aún mayor si Avdija hubiera metido el segundo de los dos tiros libres que intentó, pero ese fue el primer factor que dio algo de vida a Chicago. El segundo, el triple de Coby White que recortó diferencias inmediatamente después. Y el tercero, un nuevo fallo desde el tiro libre, este de Jerami Grant, que dejaba abierto un partido que podría estar completamente resuelto con algo de acierto desde el 4,60.
Y es ahí donde entra Vucevic, que aprovechó a la perfección el intento de los Blazers de cerrar a White el camino al aro para recibir con espacio en el triple cuando el tiempo estaba expirando. Algo que, en la mejor temporada de su carrera en cuanto a tiro de tres, solo puede significar una cosa: una explosión de alegría en el banquillo visitante y suspiro de decepción en la grada del Moda Center.
Los Bulls salvaron así los muebles después de un desastroso último cuarto, en el que llegaron a verse 21 arriba en lo que parecía una noche tranquila y sin sufrimiento. No obstante, su absoluto colapso y la irrupción anotadora de Deni Avdija y Jerami Grant, que sumaron en el cuarto periodo 15 y 13 tantos respectivamente, llegó no solo a poner por delante a Portland, sino a hacerlo con algo de holgura.
Una holgura que precisamente Avdija y Grant dejaron escapar con sus fallos desde la línea de personal.
Dos banquillos muy distintos
Ambos fueron, pese a todo, los mejores jugadores locales, pues Jerami lideró al equipo en anotación con 33 puntos y Avdija se le quedó cerca con 32, a los que añadió 11 asistencias y 11 rebotes. No obstante, plagados de bajas, los de Splitter tuvieron problemas para encontrar hombres que pudieran contribuir a la causa, especialmente en un banquillo que solo aportó 20 tantos.
Estos no solo fueron muchos menos de los 60 que sumaron los suplentes de Chicago, sino que fueron ya menos de los 25 que anotó Coby White, que volvió a ejercer como sexto hombre y a brillar en este rol. El base fue de hecho segundo del equipo en anotación tras los 27 de Vucevic, y su capacidad para crear jugadas en el clutch fue gran responsable de que el triunfo no se escapara de las manos de los de Illinois.
(Fotografía de portada: Soobum Im-Imagn Images)





