Oklahoma City Thunder no está ganando sus partidos, sino que básicamente está destrozando rivales. Si la campaña pasada fue excepcional –anillo incluido–, la presente supone un paso más hacia la excelencia, esa que anoche salió a relucir con una soberana paliza a Phoenix Suns por 138-89, resultado que les vale para meterse en las semifinales de la Copa NBA de Las Vegas, donde se verán con los San Antonio Spurs.
Lo cierto es que el partido no tuvo historia alguna. Todos los cuartos fueron un ejercicio de superioridad manifiesta; tanto en así que OKC se impuso en todos ellos por más de 10 puntos. Simplemente fue un ritmo y baloncesto diferentes, uno que les sitúa con un balance de 24-1 tras sumar hasta 16 victorias consecutivas, récord de la franquicia.
Por el camino es obvio que se vieron grandes actuaciones como los 28 puntos y 8 asistencias de Shai Gilgeous-Alexander en 27 minutos, o los 24 tantos y 8 rebotes de Chet Holmgren en 25 minutos. No necesitaron más. Esté quien esté sobre el marqué son inmensamente mejores y parecen destinados a no solo llevarse la Copa, sino a ser el primer equipo que repite anillo desde los Warriors de 2017 y 2018.
A estas alturas de la película sobra decir que las 73 victorias justo de Golden State corren peligro. Hasta hace poco los Thunder no han tenido siquiera a su plantilla al completo, e incluso así no han encontrado rival por el camino. Solo cayeron hace mucho en Portland por dos puntos y tiene toda la pinta de quedarse en anécdota para el posiblemente mejor equipo de la historia en temporada regular.
La flagrante de Grayson Allen
Con el partido totalmente decidido –la diferencia rondaba los 40 puntos–, Grayson Allen hizo una falta realmente dura a Chet Holmgren por la que fue expulsado al ser sancionado con flagrante tipo 2. Concluido el partido las opiniones eran dispares. Jalen Williams aseguraba que simplemente es algo que el alero de los Suns ha hecho durante toda su carrera, mientras que Dillon Brooks le daba la vuelta al señalar que OKC es el equipo que más duro juega y menos faltas le señalan. He aquí la acción.
Volviendo al plano meramente deportivo, Brooks fue el máximo anotador de los de Arizona con 16 puntos, pero quedándose en un flojo 4 de 16 en tiros de campo. Por cierto, los Suns perdieron hasta 20 balones.
(Fotografía de Alonzo Adams-Imagn Images)





