¿Hay vida en Nueva Orleans? ¿Están a tiempo los Pelicans de salvar la temporada?
Hace no muchos días la respuesta habría sido un no rotundo. Con un desastroso récord de 3-22, los de Luisiana eran el peor equipo de la NBA y la perspectiva era absolutamente catastrófica dado que ni siquiera controlan su pick del próximo Draft. Pero de repente las cosas han cambiado. De repente algo ha hecho click y las cosas están empezando a funcionar cuando nadie lo esperaba. De repente, quizás estas preguntas tienen otra respuesta.
Y es que los Pelicans se han llevado esta madrugada un triunfo ante Dallas por 119-113, resultado que supone su quinta victoria consecutiva y les permite firmar su mejor racha no ya del curso, sino de los últimos dos años y medio. Lo cual empieza a despertar un sentimiento de ilusión que nadie en la franquicia esperaba ya esta temporada.
La fe en Zion
Zion Williamson lleva ya un tiempo presentando una complicada paradoja en Nueva Orleans. Por un lado, sus continuas lesiones hacen imposible que el proyecto despegue del todo, generando una notable frustración que hace inevitable plantearse si ha llegado el momento de traspasarlo. Por otro, dicho hipotético traspaso en ningún caso les permitiría hacerse con un jugador capaz de acercarse a la mejor versión de Zion. Esa que cuando aparece te recuerda por qué vale la pene seguir teniendo fe en él.
Esa que ha salido a relucir esta madrugada ante Dallas.
El ala-pívot ha comandado al equipo con 24 tantos, 10 de los cuales han llegado en un excelso tramo final en el que se ha encargado casi en solitario de sellar la victoria. Con el choque apretado (105-103), Williamson se echó al equipo a la espalda con su capacidad para atacar la pintura, y logró sacar partido en cada posesión para terminar de romperlo.
Si no era una canasta, era un tiro libre. Si no era un tiro libre, era un pase a un compañero liberado. Pero siempre algo. Y así, los Pelicans firmaron un parcial de 12-3 en el que cada punto fue anotado o asistido por él y con el que el duelo quedó definitivamente inclinado para su lado.
10 points in the final 4 minutes for Zion.
— NBA (@NBA) December 23, 2025
He ices the @PelicansNBA win 💯 pic.twitter.com/RF4kwun6f4
Antes de Zion, no obstante, fue Jordan Poole quien tuvo su momento de protagonismo, ayudando con sus triples a dar la vuelta a un choque en el que los locales se vieron 11 abajo en el último cuarto. Una situación que parecía complicada hasta que el escolta, con la ayuda de Saddiq Bey y Derik Queen, logró equilibrar la balanza y llevar el encuentro al clutch. Un territorio en el que, ahora sí, Williamson decidió que la racha de victorias no iba a llegar a su fin.
(Fotografía de portada: Stephen Lew-Imagn Images)





