Llegan las eliminatorias y se acabaron las probaturas. El Eurobasket se ha comvertido ya en un ‘gana o te vas a casa’. Y, por mucho que el marcador final no lo refleje (85-58), Alemania coqueteó con la eliminación mucho más de lo esperado a merced de una sequía inverosímil desde la larga distancia en la que la pegajosa Portugal tuvo mucho que ver.
El encuentro se fue 52-51 al término del tercer cuarto hasta que la campeona del mundo dio con la tecla y cerró el encuentro con un 33-7 de parcial final.
La resistencia portuguesa
En un día tan aciago como el que tuvieron los alemanes durante los tres primeros cuartos tiene que ver mucho la fortuna. Ya se sabe que en el baloncesto moderno, la defensa del triple no es tan relevante como pueda parecer porque depende más de la inspiración del que tira que de lo punteados que estén los tiros. Siempre dentro de baremos normales.
Aun así, hay poca casualidad en que a los de Álex Mumbrú les haya costado tanto ante una de las mejores defensas exteriores del torneo. Un combinado que no ceja de apretar en el perímetro metiendo manos, pasando prácticamente todos los bloqueos y negando la circulación exterior en líneas de pase.
En estas, Alemania se vio obligada a producir desde las individualidades de Franz Wagner y Dennis Schröder y a construir su ataque desde la transición. A la selección germana le encanta correr, pero hoy fue necesidad acelerar la ofensiva porque la falta de tino desde más allá del arco espesó su ataque estático. Jugadores como Isaac Bonga, Tristan Da Silva o incluso Andreas Obst no pudieron aportar demasiado por el trabajo de sus contrapartes Diogo Brito, Travante Williams o Diogo Gameiro.
Minimalismo Queta
Portugal consiguió convertir el partido en un encuentro de mínimos. Y es que su ataque tampoco fue lo más fluido del mundo, aunque hizo un par de retoques interesantes para ir haciendo mella en la defensa alemana. Alemania es una selección que se siente muy cómoda en el cambio ante bloqueo directo. Daniel Theis y Johannes Thiemann son especialistas en sostener a defensores pequeños y no sufrir en el aclarado. Ahora bien, sufren ante interiores más verticales.
Neemias Queta es el mejor jugador de esta selección lusa, aunque no una estrella al uso. Y, tratándole como una estrella, Portugal le empeña en acciones en las que pierde eficiencia. Sobre todo en situaciones de poste. Cuanto menos acude Queta al poste y más se enfoca en ser agresivo tras continuación y jugar en línea de fondo, en más problemas mete a la defensa rival. Y hoy fue una clara muestra de ello.
Los portugueses adolecen de un jugador que genere desde el uno contra uno, pero cuando Miguel Queiroz o Queta son capaces de situar pantallas y amenazar camino al aro, las cosas cambian.
El vendaval de Alemania acabó llegando
En encuentros como este en el que la clara favorita se ve contra las cuerdas, se hace normal esperar una avalancha de juego y puntos que a veces no termina llegando. Pero llegó. Vaya si llegó. Orquestados por un Maodo Lo que cada verano se matricula con honores en la asignatura de revolucionar partidos, Alemania aceleró y no miró atrás. Durante todo el torneo han dado esta sensación de acabar los partidos cuando a ellos les place, aunque lo de esta tarde ha sido diferente, pues realmente se les vio apurados.
Al inicio del último cuarto, Alemania siguió corriendo como venía haciendo, pero a ello le sumó un acierto en el triple que lo dinamitó todo. Del 3/27 en las tres primeras mangas pasaron a anotar sus primeros 4 del cuarto periodo y un tiro de Obst pisando la línea. Portugal comenzó a sacar la lengua, llegando tarde en defensa y perdiendo tensión ofensiva para alimentar el correcalles alemán.
El huracán acabó en un 33-7 para maquillar lo que ha sido el partido más sufrido por el que hasta ahora ha sido el mejor equipo del torneo. La lectura del partido se divide pues en dos:
- Tomar los primeros 30 minutos de encuentro y pensar que Alemania es mortal
- Quedarse con los 10 últimos porque es lo que llevamos viendo desde que inició el torneo
Queda a vuestra elección.
Jugadores destacados
Maodo Lo
Lo admito. Maodo Lo es una debilidad de este humilde plumilla. Esos revulsivos que durante el año en la NBA pensamos que son grandes argumentos en liga regular pero que en playoffs tienen las patas cortas, encuentran en estos torneos cortos un oasis. Los campeonatos de selecciones se suelen jugar con el verano claudicando. Y Lo, en vez de pensar en la vuelta al trabajo, piensa en ser feliz hasta que haya visto la última puesta de sol frente al mar. Hoy contagió a todos los suyos cuando la fiesta parecía aguada.
Estadísticas: 12 puntos (4/7 T3), 4 asistencias.
Franz Wagner
No fue, ni de lejos, el mehor día de Franz Wagner. A él también le costó zafarse de la defensa portuguesa (4/11 TC) y, de hecho, participó poco en el gran momento del partido para Alemania. Pero su propia defensa, su peso en los tableros y su arrojo a campo abierto para generar tiros libres (8/8) sostuvieron a los germanos en el partido. Al fin y al cabo, dominaron el marcador durante 27 minutos aunque fuese con dificultades.
Estadísticas: 16 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias.
Neemias Queta
Gran actuación para cerrar el mejor Eurobasket de la historia de Portugal. Queta también formó parte del muro portugués con dos robos y un tapón. En ataque, su partido ha sido metafórico de lo que supone su figura en Portugal. Ser el mejor no implica desempeñarse en parcelas que no domina. Y si como mucho ha jugado diez situaciones de poste en toda la temporada en la NBA, lo normal es que si aquí se va a las 6 por partido, la produciión de su equipo se resienta.
Estadísticas: 18 puntos, 11 rebotes.
(Fotografía de portada de FIBA Europa)