Hace apenas 24 horas, los Toronto Raptors estaban protagonizando una remontada ante los Warriors en el último cuarto para llevarse el partido en la prórroga. Y no contentos con ello, esta noche han decidido ir a por el más difícil todavía. El cuadro canadiense se ha impuesto a los Orlando Magic por 107-106 después de ir perdiendo por 21 puntos, sumando otra victoria agónica con la que confirmarse como uno de los equipos más incómodos del curso y afianzarse entre los cuatro primeros del Este.
Cierto es que la mencionada diferencia de 21 tantos llegó relativamente temprano en el encuentro, dando a los de Rajakovic más de medio duelo para dar la vuelta al 30-51 con el que, de la mano de un inspirado Desmond Bane, los Magic se colocaron mediado el segundo cuarto. Pero aunque hubo una cierta respuesta inmediata para reducir la brecha a términos más manejables antes del descanso, el golpe de efecto final no llegó hasta el último cuarto. Este era un encuentro llamado a decidirse en el clutch.
Y así fue. Fue precisamente al llegar a los últimos cinco minutos cuando Jamal Shead anotó la canasta que culminó la remontada y puso el empate a 102-102, y pocos segundos después Brandon Ingram daba a los Raptors la que era su primera ventaja desde el 2-0. La dinámica estaba cambiando y la balanza se inclinaba a su favor. Pero nada iba a ser fácil en un cierre que tuvo más de batalla que de partido de baloncesto.
Rebotes, tapones, segundas oportunidades, tiros fallados… El tramo final fue una oda a la agonía y al desacierto. Una declaración de intenciones de que había que ganar desde la defensa y no desde el ataque. Y así lo hizo Toronto, anotando los tiros libres que pusieron el definitivo 107-106 a falta de minuto y medio y negándose a encajar un solo punto desde entonces. Algo que terminaron de lograr cuando Paolo Banchero falló el triple final y la bocina confirmó la victoria local.
RAPTORS GET THE STOP.
— NBA (@NBA) December 30, 2025
21-POINT COMEBACK COMPLETE 🚨 pic.twitter.com/UtvVOhYUhK
El de los Magic no pudo poner por tanto la guinda a su triple-doble de 23 puntos, 15 rebotes y 10 asistencias con el que, junto a los 27 tantos de Anthony Black, lideró al equipo a lo largo de la noche. Si bien Bane había sido el encargado de auparlos al liderato con 17 puntos en sus primeros 13 minutos en pista, solo convirtió un tiro libre de ahí en adelante, lo que frenó notablemente la anotación visitante a medida que los Raptors recortaban la diferencia.
Estos tampoco brillaron ni mucho menos por el acierto de sus hombres importantes, pues tanto Scottie Barnes (5/12) como Ingram (7/22) y sobre todo Quickley (2/12) dejaron mucho que desear en este aspecto. Pero para compensarlo, ahí estuvieron hombres de banquillo como Shead o Dick, que mantuvieron al equipo con vida a la espera de que quienes tenían que ganar el choque despertasen.
Y cuando lo hicieron, fue para cumplir con su labor por todo lo alto.
(Fotografía de portada: John E. Sokolowski-Imagn Images)





