Tal vez alguno no se haya dado cuenta, pero los New Orleans Pelicans ya no son el peor equipo de la Conferencia Oeste.
El honor del colista ahora corresponde a los Utah Jazz, que ayer cayeron en su casa ante NOLA por 121 a 128, y ya no sólo son últimos sino que se sitúan dos partidos por debajo de estos.
Que Joe McQueen haya dejado de sonar en Utah no significa que ahora se despierten con el When You’re Smiling de Louis Armstrong en Luisiana. Pero la racha de cinco victorias en siete partidos empieza a ser significativa.
Y no decimos sorprendente porque no lo es. Más bien, como Thanos, era inevitable.
Los Pels no están donde deberían estar. Al igual que los 76ers. O los Hornets. Aunque en el caso de los últimos, la culpa es exclusivamente suya. Pero los primeros y los segundos pueden achacar muchos de sus males a las circunstancias que les han rodeado en todos estos meses.
De su quinteto titular y sexto hombre proyectados a principios de curso, esta es la síntesis de NOLA:
- DeJounte Murray. 31 partidos de 61.
- Brandon Ingram. 18 partidos. Traspasado a Toronto Raptors.
- C.J.McCollum. 45 partidos de 61.
- Trey Murphy III. 44 partidos de 61.
- Zion Williamson. 22 partidos de 61.
- Herb Jones. 20 partidos de 61.
Es tal locura el combinado de partidos perdidos que no vamos a hacer ni el cálculo total.
«Una lugar maldito»
Cuesta achacarlo todo a los hábitos, los médicos y la mala fortuna, y no caer en tentaciones exculpatorias de superchería, dando cierto pábulo a aquellas palabras de Dyson Daniels («están malditos»).
Porque lo de este año en NOLA no es sino un episodio más en una saga de desgracias que empezó en los tiempos de Anthony Davis y DeMarcus Cousins.
Y aquí estamos. Con la énesima capa de barniz.
Porque en NOLA hay un gran proyecto con jugadores muy buenos y diferentes; donde distinguimos a más de un All-Star, un par de aspirantes al DPOY, tiradores de élite e incluso un posible candidato al MVP si lograsen jugar más de setenta partidos sin contratiempos.
Pero la realidad, la cruda y jodida realidad, es que los Pelicans son penúltimos del Oeste con un récord de 17-44. Y como las posibilidades de hacerse con el número 1 del Draft son idénticas para los tres peores clasificados (un 14%) y casi idénticas para el cuarto (12,5%), los de Willie Green se están pegando el gustazo de sumar algunas victorias que la moral agradece y el fan, pues también.
Dos variables: Zion & continuidad
La racha, no es un secreto, tiene mucho que ver con Zion Williamson. No tanto con su vuelta, ya que esta tuvo lugar hace varias semanas, sino con su acople definitivo. No bastaba con meterlo ahí a lo bruto y esperar que el equipo empezase a ganar partidos de forma automática. La química de equipo, como los buenos pucheros, llevan su tiempo.
Y ahora estamos viendo por fin los Pelicans que esperábamos en septiembre.
¿Que el calendario de las dos últimas semanas ha puesto de su parte? De acuerdo: un partido en Utah, dos ante los Spurs… pero también han sido capaz de ganarles a Sacramento Kings y Phoenix Suns.
En este tramo de siete partidos, los Pelicans han cambiado su offensive rating y defensive rating de la temporada…
- Offensive rating 24/25: 110,3.
- Defensive rating 24/25: 118.
… a este otro:
- Offensive rating, últimos 7 partidos: 115,7.
- Defensive rating,últimos 7 partidos: 112,6.
De un net rating de -7,6 a uno de +3,1.
Jazz: la lógica en lo más hondo
Los Utah Jazz, por su parte, se han ido erigiendo en la inevitable víctima de una Conferencia Oeste mordaz e implacable, donde por descarte tenían que ser ellos los que terminasen instalándose en el fondo del pozo.
También con las lesiones lanzándoles varios directos al mentón, han visto como sus jugadores principales acumulan un buen número de partidos sin jugar. Collin Sexton se ha perdido 13 partidos, Walker Kessler, 14, Lauri Markkanen, 17, John Collins, 22 y Jordan Clarkson, 26.
Nadie escapa al terror de la enfermería.
Difíciles de identificar
En el duelo del orgullo (porque aspiraciones no hay), Will Hardy alineó un quinteto irreconocible y poblado de novatos y jugadores con poca experiencia:
- Kyle Filipowski (Draft 2024), Brice Sensabaugh (Draft 2023), Johnny Juzang (undrafted), Isaiah Collier (Draft 2024), K.J. Martin.
El más reconocible para todo aquel que no sea seguidor acérrimo de Utah, es un K.J. Martin (hijo de Kenyon Martin, número 1 del aciago Draft del 2000) que ha sido el último descarte de Philadelphia, a quienes les pareció buena idea sacrificar segundas rondas sólo para poder deshacerse de su salario.
Pues bien, este equipo (que en nada se asemeja al que hace dos semanas derrotó a unos Lakers ya con Doncic), en el que en el su presunto base de futuro, Keyonte George, sale de suplente para luego irse hasta la media hora de juego, fue derrotado sin demasiados apuros por unos Pelicans con dos bajas entre sus titulares: Murray y Jones.
Jugadores destacados
Kelly Olynyk
Uno de estas vacantes fue ocupada por un Kelly Olynyk que ha caído de pie en el vestuario y que terminó como el máximo anotador de los suyos en su quinto partido como pelican. Sin obstáculos en una pintura altamente descoordinada y complementando con su buen tiro de tres, se fue hasta los 26 puntos y 9 rebotes.
C.J. McCollum
C.J. McCollum, o el All-Star que nunca ha sido All-Star.
La clase y el talento ofensivo de McCollum nunca ha estado en duda. Su hiel competitiva, tampoco. Pero eso no evita que sea uno de los escoltas más bonitos y estéticos de ver. Anoche sumó 25 puntos y 8 asistencias con un 10 de 18 en tiros.
Zion Williamson
Es el jugador con mejor promedio anotador de la plantilla (24,3), promedio que sube a los 26,3 puntos en los últimos diez, con una efectividad de cara al aro del 65,2%.
Porque ahí reside el mayor punto fuerte de Zion. Sin ser Ben Simmons, ha renunicado prácticamente a desarrollarse como tirador de larga distancia, lanzando un promedio de un triple cada dos partidos. Pero esto lo compensa con una agresividad máxima en el interior de la botella.
Físicamente está muy cercano a su mejor versión, y eso se traduce en un constante get out of my way! cuando agarra el balón a cuatro metros del aro.
Willie Green, satisfecho
Las ruedas de prensa post partido suelen ser 95% rutina, 5% originalidad. Y aunque NOLA no está muy para sacar la cabeza del búnker, Green ya utiliza los últimos meses del actual curso para ir preparando el siguiente.
«Hicimos un buen trabajo desde el principio, atacando la pintura y encontrando a nuestros tiradores abiertos. Jugamos un baloncesto rápido y también en transición. Todo con un nivel de ejecución y precisión muy alto. Estoy orgulloso de mis chicos (…) 35 asistencias y sólo 11 pérdidas.. han hecho un gran trabajo».
También hizo mención a que ahora, con la adición de Olynyk, puede sacar a pista un quinteto con más centímetros, lo que le está dando importantes réditos. «En el pasado concedíamos más segundas oportunidades, y nos dominaban claramente en el rebote. Ahora estamos mejor en defensa, aseguramos el balón y somos capaces de salir rápido y acabar esas jugadas».
Por último también tuvo palabras para Zion Williamson, destacando su mejora en la defensa en el 1 vs.1 y lo determinante que es siempre que sale al parquet.
La estadística le da la razón hasta el punto en el que, con 23 partidos jugados y 28,3 minutos de media, es el único miembro de toda la plantilla de los Pelicans (salvando al recién llegado Olynyk) que destila un net rating positivo en la temporada.

(Fotografía de portada de Rob Gray-Imagn Images)