El Juego 1 de la serie entre Warriors y Timberwolves no solo fue el arranque de unas semifinales intensas. Fue también el punto de quiebre para Golden State. Porque allí, apenas en el primer cuarto, Stephen Curry cayó lesionado… y con él, se desvaneció buena parte de la identidad ofensiva de los de Steve Kerr.
Desde ese instante, los de San Francisco han sido una sombra del equipo que todos conocemos. Y aunque han tenido momentos de lucidez, la realidad estadística muestra que los Timberwolves llegan con mucha más solidez, consistencia y claridad táctica a este esperado Juego 6.
15 Mayo
Apuesta con | Minnesota Timberwolves | Golden State Warriors | Juega |
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1.20 | 4.33 | |
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1.17 | 5.10 | |
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1.15 | 5.50 | |
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1.09 | 5.13 |
Triple drama
Los Warriors sin Curry no son los mismos. La frase suena obvia, pero los números la hacen inapelable. Tras un prometedor 42.9% en triples en el Game 1, los de Kerr se han desplomado desde el perímetro:
- Game 1: 42.9% (18 de 42)
- Game 2: 28.1%
- Game 3: 43.5% (pero con solo 10 aciertos)
- Game 4: 29.6%
Los Timberwolves, en contraste, han mostrado un comportamiento más equilibrado, aunque no siempre brillante. En el Game 1 firmaron un 17.2% en triples (5 de 29), su peor registro de la serie. Pero desde entonces han ajustado bien:
- Game 2: 43.2%
- Game 3: 38.2%
- Game 4: 47.1%
Conclusión fácil: sin Curry, Golden State pasó de ser un equipo que te mata desde fuera a otro que vive del ensayo y error. Y eso, en una serie tan cerrada, es una condena.
Gráficas de tiro: radiografía de una evolución opuesta
Las shot charts no mienten. En el Game 1, los Warriors tenían una buena dispersión de tiros exteriores y anotaban con precisión desde las esquinas y el frontal. A partir del Game 2, el mapa empieza a llenarse de tiros errados desde zonas forzadas, y de una evidente falta de claridad en el ataque posicional.
Los Wolves, por el contrario, arrancaron con dudas desde fuera pero han encontrado su ritmo. En el Game 4, su gráfico es una sinfonía de triples bien seleccionados y ataques inteligentes en la pintura.
Rebote y puntos en la pintura son los otros termómetros
Uno de los apartados que más castiga a Golden State es el del rebote. Aunque en el Game 1 dominaron con 51 rebotes (18 ofensivos), fue una excepción. En el Game 2, 3 y 4, Minnesota controló mejor los tableros ofensivos y sacó petróleo de las segundas oportunidades.
En puntos en la pintura, los Wolves fueron contundentes: 52 puntos en el Game 1 frente a solo 28 de Golden State. La tendencia se repitió en los juegos siguientes, con dominio interior gracias al músculo de Gobert y la agresividad de Edwards.
Y si hablamos de pérdidas, el dato es preocupante para los Warriors: acumulan 76 pérdidas en 4 partidos, mientras que Minnesota ha estado más comedido y ha sabido castigar cada error con transiciones rápidas.
Dónde se nota más la baja de Steph
Sin Curry, la ofensiva de Golden State pierde puntos, pero también fluidez. Las asistencias bajan, las decisiones se precipitan y los tiradores no tienen espacio. En el Game 1 hubo 26 asistencias… pero después, el equipo cayó en ataques estancados, con menos fluidez.
Minnesota, por su parte, ha sido más colectivo ya que en el Game 3, por ejemplo, dieron 28 asistencias, su tope en la serie, mostrando un juego coral que hace daño desde muchas manos distintas.
¿Sabías que…?
- Los Warriors tienen un récord de 1-9 en playoffs sin Curry desde 2015.
- Anthony Edwards promedia más asistencias por partido en esta serie que cualquier base de Golden State.
- Golden State ha lanzado más triples que tiros desde la pintura en tres de los cuatro partidos… y sin éxito.
¿Quién llega mejor al Juego 6? Spoiler: no son los Warriors
Con todo este contexto, la respuesta parece clara. Minnesota llega en mejor forma, con un equipo más cohesionado, con mejores porcentajes en momentos clave y con un sistema que se adapta mejor a la baja de su rival estrella.
Golden State necesita un milagro táctico, un Poole inspirado, un Thompson vintage o un Green cerebral. Porque sin Curry, y con los splash secos, su margen de error se ha evaporado.
¿Lo remontarán? ¿O será este el último baile de la dinastía? Déjanos tu opinión en los comentarios y comparte este análisis con tu grupo NBA.