Ben Simmons y Brandon Ingram están considerados de forma unánime por los medios especializados como los dos jugadores con más potencial del próximo draft. Los 76ers, el equipo que elegirá con el primer puesto en el próximo draft, no niegan esta posibilidad, pero prefieren comprobarlo de primera mano. Según The Undefeated, Philadelphia no solo hará entrenamientos privados a Simmons y a Ingram, sino que ampliará su búsqueda del número 1 perfecto a otros jugadores.
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Jaylen Brown (alero procedente de California), Kris Dunn (base de Providence) y el canadiense Jamal Murray (escolta de Kentucky) están entre los jugadores a los que los 76ers quieren ver de cerca como aspirantes a ese número 1 del draft. La franquicia también está considerando la posibilidad de invitar a otros dos candidatos como Buddy Hield (Oklahoma) o el croata Dragan Bender (Maccabi Tel Aviv). Si bien los 76ers también disponen de otras dos elecciones de primera ronda, estos jugadores están muy fuera del alcance de sus 24ª y 26ª selecciones.
La decisión de probar a más jugadores sirve también como presión a los dos grandes favoritos, especialmente sabiendo que el segundo puesto del draft tiene como premio de consolación la posibilidad de ser la nueva cara de los Lakers «post-Kobe Bryant». Elegir a un jugador que no sea Ben Simmons o Brandon Ingram haría caer a uno de ellos al tercer puesto, lo que podría suponer alrededor de $1 millón menos de salario anual respecto al jugador que acabe liderando el draft. Si bien ese escenario sería aún sorprendente, los 76ers parecen dispuestos a poner algo de pimienta en su importante decisión.