Kevin Durant a los New York Knicks. Suena tan disparatado que quien escribe se lo preguntó un par de veces antes de empezar a redactar; no obstante ni mucho menos se trata de una información cocinada, es decir, que se vaya a hacer realidad en un espacio corto de tiempo. No nos hacemos eco de eso, ni mucho menos. Es simplemente un conocimiento por parte de un periodista bien informado y por eso hemos considerado compartirlo. Qué duda cabe que es noticiable que a uno de los mejores jugadores de la NBA no le disguste una de las franquicias más sacras de cuantas pelean por el Larry O’Brien.
Resulta que un comunicador bien asesorado como es Chris B. Haynes (Yahoo!) deslizó en una tertulia de Fox Sports que a Kevin Durant no le disgustan los Knicks. Como franquicia, ciudad, cultura, ambiente… Sabemos que de ahí a que pudieran sacarle de la Bahía, donde ha sido campeón y MVP de las Finales los dos últimos ejercicios, hay varios universos, sí. Pero explicamos a continuación la posible relación de elementos.
La versión de Haynes hablaba de que aparte de tener cierto gusto por la Gran Manzana y sus intríngulis, a Durant podría gustarle la senda que está adquiriendo la franquicia y su dirección deportiva. Véase dejar de regalar rondas del Draft o de contratar jugadores deliberadamente sobre-pagados para apostar (eso se empieza a hacer ahora) por figuras jóvenes, con proyección y salidos de las aguas del Draft directamente; tal es el caso de Kristaps Porzingis, Frank Ntilikina o Kevin Knox, por ejemplo. Desde la gerencia de New York se ha dejado claro que no se van a «tomar atajos» para ser competitivos, han elegido la vía de la paciencia y de dejar que el tiempo madure su proyecto.
Entonces, ni muchísimo menos (no hemos enloquecido) se vende que Durant está interesado en ir a New York en 2019, cuando puede ser agente libre —seguramente lo será salvo lesión grave—; sino que la sensación de Haynes es de que si KD decide que su tiempo en Golden State ha terminado los Knicks podrían tener su oportunidad. Insistimos por todo lo que mueve a la franquicia y la ciudad, que es del gusto del jugador.
¿Quién iba a decir que los inmaduros Lakers iban a poder hacerse con LeBron hace un año? Pues en el caso de Durant sería algo parecido. Después de haber ganado varios campeonatos y triunfado como estrella suprema, por qué no acometer un reto mayúsculo en un destino que no le disgusta como finca permanente.
Dicho todo esto. A día de hoy las posibilidades de que Durant dejase los Warriors para ir a New York parecen nulas, quiméricas.