La NBA es un negocio muy lucrativo no solo de puertas para dentro. A pesar de que la liga mueve ingentes cantidades de dinero entre propietarios, jugadores y demás; es en la televisión, la publicidad y el marketing, más exactamente en el que se mueve con la imagen de los protagonistas, donde podemos encontrar la verdadera mina de oro. Por ello, ver como las grandes marcas deportivas pelean con cifras casi ilegibles por hacerse con el jugador más codiciado del mercado se ha convertido en algo casi cotidiano.
En ese escenario podemos vernos en breve. Giannis Antetokounmpo, jugador más mejorado de la última campaña, en la cual se ha ido hasta los 22,9 puntos, 8,8 rebotes y 5,4 asistencias para ser además All-Star, concluye en este verano su contrato con Nike y será libre para negociar uno nuevo con cualquier marca. En principio continuar con la empresa estadounidense sería lo más lógico, ya que la conoce y con su rendimiento no ha hecho más que dar motivos para que apuesten por él. La cuestión es que Adidas tiene otros planes.
Contando ya en su nómina con un jugador de la talla de James Harden, a quien han sumado talento de futuro con Kristaps Porzingis, en Adidas quieren más, sobre todo porque están a la caza de una pieza cuya repercusión sea tanta como para ser la imagen de una zapatilla única. Con ese objetivo se hicieron hace tiempo con Andrew Wiggins, un número uno llamado a ser uno de los jugadores dominantes de su época. ¿Qué ocurre entonces? Adidas no termina de creer que vaya a ser así.
Aunque los números a nivel individual le sitúan entre los mejores aleros de la competición, Wiggins ha quedado relegado a un segundo plano en Minnesota con la llegada y eclosión de Karl-Anthony Towns. Además, ahora se ha incorporado otro All-Star como Jimmy Butler, quien le quitará otro buen trozo del pastel. Así, Adidas ha buscado una alternativa.
Según informa Nick de Paula de ESPN, la marca alemana ha fijado sus ojos en Antetokounmpo. Si bien en un principio creían que Wiggins sería su principal activo de cara a los próximos años, internamente se ha puesto a debate tal afirmación hasta el punto de entender que, llegados a este punto, es más conveniente intentar robar a Nike el alero griego, a quien sí ven como un jugador capaz de sostener una línea propia de zapatillas dentro de la marca.
El emblema de Milwaukee
Como ya hemos comentado, Wiggins parece haber perdido cierto impulso en Minneapolis. Justo lo contrario ocurre con Antetokounmpo. A sus 22 años se ha convertido en el jugador franquicia de los Bucks muy por encima del resto del plantel. Además, dados sus números en el curso 2016-17, su candidatura al MVP 2018 está tomando forma desde ya, mientras que Wiggins está aún muy lejos de asomarse a tal selecto club. Ahora queda por ver quién apuesta más fuerte por el griego.