La cadera de Isaiah Thomas puede abortar el que, hasta la fecha, ha sido el fichaje del verano en la NBA. El traspaso Isaiah Thomas-Kyrie Irving, que envió al primero a los Cavaliers y al segundo a Boston, en una operación en la que se incluyeron otros jugadores, quizá no llegue a completarse. En Cleveland tiene serias dudas sobre la situación de la cadera de Thomas, tras el examen médico que pasó el viernes, y están evaluando las opciones de incorporarle finalmente, como apunta Adrian Wojnarowski, para ESPN. En la NBA, todos los jugadores deben pasar el examen médico. De no hacerlo con éxito, su incorporación puede ser anulada.
“Es una situación muy delicada”, le comentó una fuente directa al propio Wojnarowski. En inicio, Cleveland no tenía demasiada preocupación por la cadera de Thomas. Aunque asumía que quizá la dolencia le haría perderse unos cuantos partidos del comienzo de la temporada, confiaban en que el jugador estuviera 100% en el momento importante del curso. Sin embargo, tampoco quisieron demorar más el examen médico para quedarse completamente tranquilos.
Y ahora, ha sido ese test físico el que ha sembrado dudas en los Cavs, hasta el punto de que se están planteando seriamente qué hacer con el traspaso, si seguir con él adelante o cancelarlo. Si los doctores de los Cavaliers no dan el visto bueno definitivo a la cadera de Thomas, el traspaso podría ser cancelado. Adam Himmelsbach, de Boston Globe, asegura que las dos partes, Celtics y Cavs, deben renegociar esa posibilidad si se llega a poner sobre la mesa.
Los Celtics ya dudaban
Cuando se produjo el trasvase de Thomas a Cleveland, se conocieron las palabras del presidente de los Celtics, un Danny Ainge que dijo que la cadera de Thomas quizá retrasase un poco su puesta a punto para la 2017-18, pero que estaba seguro de que se recuperaría. Preguntado el directivo sobre si esos problemas físicos del base habían influido a la hora de decidir enviarlo a Ohio, Ainge contestó que «algo» sí había tenido que ver.
Otros miembros de las altas esferas de los Celtics fueron más allá todavía y habían mostrado su «seria preocupación» por el estado de la cadera de Thomas. El director de juego cayó lesionado en marzo de 2017, pero siguió jugando hasta que se rompió definitivamente en el segundo partido de las Finales de Conferencia Este, precisamente frente a los Cavaliers. El plan de choque para su recuperación incluyó descanso total y rehabilitación, pero el jugador no tuvo que pasar por el quirófano.
A pesar de que Thomas parecía cumplir los pasos de manera adecuada, las dudas de Boston se han posado ahora también sobre Cleveland. En ese sentido, señala Wojnarowski de fuentes cercanas al entorno del jugador, Thomas todavía no habría empezado a correr dentro de su proceso rehabilitador. El último servicio del playmaker en la NBA fue el 17 de mayo pasado, en ese citado segundo partido de las Finales del Este, que tuvo que abandonar sin haber llegado a los 20 minutos sobre la pista. Y hasta hoy.
Algunos precedentes
De abortarse el traspaso de Thomas a los Cleveland, no estaríamos ante el primer ejemplo en la NBA de fichaje que no se consuma por problemas físicos del protagonista. Así, en 2009, Tyson Chandler no completó su pase a los Thunder porque los médicos de Oklahoma consideraron que había un altísimo riesgo de que su lesión en el pie se reprodujera.