Lo que nos intuíamos con el paso de los días de septiembre, cuando nadie llamaba a Andre Ingram para enrolarse en algunos de los campos de entrenamiento de las franquicias de la NBA, se terminó por confirmar este fin de semana. Los South Bay Lakers anunciaban su plantel para el training camp que la franquicia realizará como pretemporada, ante del comienzo de la G League, fechado para principios de noviembre. Y ahí aparecía el nombre de Andre Ingram, el máximo triplista de la historia de la competición y que tuvo, en el ya lejano abril, un par de noches de gloria con los Lakers.
Aquellos dos partidos, los últimos de la entidad californiana en la 2017-18, fueron el premio a una década de Ingram en la G League. Él respondió al gesto con un debut soñado de 19 puntos ante los Rockets y un baile final ante los Clippers. El jugador que es profesor de cálculo para rellenar el salario de la G League ganaba en este par de días de la NBA casi lo mismo que ingresó en todo el curso en la liga menor.
Pero él quería más
Tras protagonizar un cuento de hadas al puro estilo americano, Ingram fue volviendo a su vida de Richmond, donde regresaba cada temporada para seguir enseñando a sus alumnos y para ponerse a punto y no perder la forma. Sin embargo, este verano de 2018 podía ser diferente para el jugador de 32 años, toda vez que quizá su idilio breve con la NBA podría prolongarse. Recibió, en este sentido, algo de interés de alguna franquicia cuando se abrió la agencia libre. Pero no llegó a más. No hubo ni ofertas como tales.
Tampoco de los Lakers, con los que dijo Ingram que empezar la 2018-19 lo significaría todo para él. No ha podido ser. Con las puertas del extranjero cerradas por él mismo tras su triste y breve paso por Australia en 2016, su sitio en los South Bay Lakers sigue ahí para él. Al menos le queda el consuelo de que la G League ha incrementado los salarios muchísimo y, en esa labor, ha dejado un sueldo anual único: 35.000 dólares por cinco meses de competición. Y quizá, quién sabe, alguien en un momento dado necesite tiro exterior y llame a Ingram. La vida da muchas vueltas.