Michael Beasley estuvo la semana pasada en las instalaciones de Tarrytown de New York Knicks para reunirse con David Fizdale. Ambos coincidieron durante cuatro temporadas en Miami Heat cuando el ahora nuevo técnico Knickerbocker era asistente de Erik Spoelstra.
«Le gusta mucho como jugador», dijo una fuente cercana al NY Post.
«Beasley quiere volver a Nueva York y jugar para David Fizdale. Es una gran ventaja. Pero esto sigue siendo un negocio», destacó al citado diario.
El ala-pívot de 29 años saltará a la agencia libre el próximo julio y, dada su gran temporada en la Big Apple, tendría varios equipos interesados en contratarle. Phoenix Suns y Atlanta Hawks buscarían un anotador para su segunda unidad y podrían ofrecerle un contrato a largo plazo.
En ausencia del lesionado Kristaps Porzingis, que no volvería mínimo hasta Navidad, Beasley sería su relevo natural en el puesto de ‘cuatro’. En el presente curso ha promediado 13,2 puntos y 5,6 rebotes en 22 minutos por encuentro con un 50,7% en tiros de campo y un 39,5% desde el triple. Números que se traducen en 21 puntos y 9 rebotes por cada 36 minutos.
Sea como fuere, los Knicks solamente podrían ofrecerle se excepción de nivel medio por valor de 8,6 millones de dólares. Una oferta por una temporada y dicha cantidad sería del agrado de Beasley; no obstante, los citados Suns y Hawks con mayor espacio salarial le ofrecerían un acuerdo a largo plazo, lo que supondría una opción atractiva, ya que siempre ha buscado una estabilidad en la NBA.
Sus últimas declaraciones en el pasado abril ya lo dejaron muy claro. Beasley no se cierra ninguna puerta: «Con suerte seguiré aquí, pero no depende de mí… Veremos que pasa este verano y lo haremos a partir de aquí. Me encantaría seguir aquí. Va mucho de eso. Pero evaluaremos mi situación en verano».