El rumor se ha hecho realidad. Según informa Adrian Wojnarowski de ESPN, Ben Simmons ha vuelto a Philadelphia, ha acudido al Wells Fargo Center y ha iniciado los trámites (pruebas coronavirus) para poder regresar al equipo.
Tal decisión llega tras una negociación entre la franquicia de Pensilvania y el agente del jugador, Rich Paul de Klutch Sports, para poner fin a dos semanas del All-Star alejado de la disciplina del equipo que le ha costado más de un millón de dólares. Curiosamente tal determinación coincide con que el equipo estaba jugando contra los Nets en Brooklyn.
¿Se acaba la rebeldía de Simmons? Sí y no. Su retorno a los 76ers apunta a ser un movimiento estratégico más que deportivo. Más allá del dinero perdido –que hubiese ido en aumento–, el base esperaba que su dura posición sirviese para forzar un rápido traspaso. Una vez no logrado tal objetivo, volver e iniciar un nuevo camino hacia su salida más sosegado parece ser la decisión tomada.
Pese a que ver a Simmons reincorporándose a la disciplina del equipo es poco probable –como mínimo–, tampoco debemos obviar que ha sido el objetivo de la organización en todo momento, por lo que si ahora que lo tienen cerca vuelven a remar en tal dirección, no debe extrañar. Según fuentes del citado medio, el presidente de operaciones de baloncesto, Daryl Morey, y el entrenador del equipo, Doc Rivers tienen la esperanza de continuar trabajando para convencer a Simmons de que permanezca a largo plazo con la franquicia; y es que le quedan por delante cuatro años y 147 millones de dólares de contrato.
Más allá de objetivos de una parte u otra, la realidad es que si Simmons continúa en Philadelphia es porque Morey no ha encontrado un intercambio de su agrado. Últimamente ha sonado con la fuerza la opción de Sacramento Kings, pero la reticencia de estos a soltar alguna de las piezas que desearían los Sixers parece cerrar cualquier puerta. La tensión va a rebajarse, pero el final del culebrón no parece cercano.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)