La hora de la verdad está llegando para Boston Celtics. Acusados a veces de mirar demasiado al futuro olvidando el presente, los verdes parecen decididos a acabar con esa percepción con el aterrizaje de dos All-Star: Gordon Hayward y Paul George.
Según fuentes manejadas por Adrian Wojnarowski de The Vertical, Boston ha pasado al ataque. Bajo el liderazgo de Danny Ainge, están dispuestos a ser todo lo agresivos que haga falta para cumplir su deseo, el cual incluiría el desprenderse de los activos que fuesen necesarios para conseguir a la estrella de los Pacers.
En cuanto al orden de los factores, los Celtics planean cerrar la contratación de Hayward antes de acometer el hipotético traspaso de George. Es justo aquí donde aparece el principal problema, ya que Indiana, pese a entender que Boston es el equipo que más puede aportarle, podría decidirse por cerrar un intercambio con otra franquicia sin esperar a los Celtics.
Escenario diferente sería el que encararían en caso de no lograr adquirir a Hayward. El hasta ahora jugador de Utah tendrá en consideración el continuar con el equipo de Salt Lake City, lo cual no evitará que se reúna con Boston y Miami Heat, otro equipo muy interesado en sus servicios. Si saliese cruz, el citado periodista señala que los de Massachusetts irían a por Blake Griffin como paso previo a buscar un traspaso por George.
Confían en retener a George
La mayor duda de todos los equipos que desean sumar a Paul George estriba en su actual contrato, ya que este concluye en 2018 y podría marcharse libre tras disputar una sola campaña. Respecto a esto, en Boston existe una creciente confianza en que el alero firmaría una extensión con ellos pese a que Los Angeles Lakers sea por ahora su destino preferido. Esta perspectiva es la que les llevaría a poner un importante paquete de activos sobre la mesa.