Ayer mismo apuntaba Brad Stevens que, a pesar de lamentar los recortes que ha tenido que hacer con las salidas de Kristaps Porzingis, Jrue Holiday, Luke Kornet y, probablemente, Al Horford; estaba contento con los jugadores llegados a cambio. Ahora, del dicho al hecho puede haber un trecho.
El mayor representante de las piezas recibidas es Anfernee Simons. Único con un valor deportivo notable, de hecho. Y el cual los Boston Celtics están intentando quitarse de en medio sea como sea. El único objetivo de la franquicia para el año entrante es reducir la masa salarial al máximo posible manteniendo los mimbres para cuando vuelva Jayson Tatum de cara a la 2026-27. Incluso se han planteado traspasar a Jaylen Brown y Derrick White si llegaba una oferta irrechazable, aunque parece poco probable.
El salario de Anfernee Simons, un marrón para Stevens
Simons cobrará 27 millones de dólares en la temporada entrante. Una cifra muy alta para un jugador que termina contrato el verano que viene y seguramente no tenga hueco en unos Celtics aspirantes. Brian Windhorst, periodista de ESPN, ha hablado con varios directivos de la liga que aseguran que los Celtics están preguntando a lo largo y ancho de la misma por el encaje de Simons. De momento, sin mucho éxito.
Queda mucho verano. No obstante, la mayoría de las franquicias ya han hecho sus movimientos y restructurado sus estructuras salariales. Cada vez quedan menos equipos con espacio para absorber un contrato así o igualarlo de forma beneficiosa. ¿Podrá Boston seguir soltando lastre? Por lo pronto han recortado muchos millones en impuesto de lujo y, según los cálculos de Bobby Marks, están algo por debajo del segundo apron.
(Fotografía de portada de Troy Wayrynen-Imagn Images)