Estamos ante un año clave en el futuro de Bradley Beal. La estrella de los Wizards ha sido siempre fiel a su equipo y, pese a los rumores que apuntaban a ello, nunca ha pedido el traspaso mientras firmaba extensiones que le permitían seguir en plantilla. Ese ha sido el contexto en el que se ha movido, uno en el que nadie le hubiese recriminado querer salir. Pues bien, en los próximos días, semanas o meses –él dirá–, debe elegir entre unir su futuro a Washington o extinguir su actual contrato.
Beal entra esta temporada en el primer año de la extensión de dos años y 72 millones de dólares que firmó en octubre de 2019. Ese acuerdo incluía que el segundo curso sería una opción jugador para el escolta; es decir, si así lo quiere será agente libre sin restricciones el próximo verano. La franquicia lo sabe, y por ello planea ponerle por delante una oferta de extensión máxima desde hoy (1 de octubre), primer día hábil para ello. Para ser exactos, tal oferta sería por cuatro años y 181 millones de dólares. Es muy golosa pero… ¿la aceptará Beal?
Ha sido el propio Tommy Sheppard, general manager de la organización, quien ha dejado claro que desde este viernes su jugador estrella tendrá la posibilidad de renovar a largo plazo. El plan de los capitolinos es cristalino. Han dado salida a Russell Westbrook y han ganado profundidad en su plantilla con chicos como Spencer Dinwiddie, Kyle Kuzma, Montrezl Harrell o Aaron Holiday, justo para crear un entorno en el que Beal pueda brillar no solo individualmente, sino también con resultados positivos a nivel colectivo. La cuestión es que esto último no está asegurado y Beal prefiere esperar.
«Lo más importante es hacer que tengamos un buen comienzo. Nos preocuparemos por el dinero del contrato y todo eso después. Dejaré que se ocupen de ello cuando llegue el momento, seguro. También tengo todo el año para firmar. Así que no tengo prisa», comenta en declaraciones recogidas por Ava Wallace de Washington Post.
Blanco y en botella. Beal está bien en Washington y su compromiso con el equipo es pleno, pero ante ello también pesa el hecho de ver discurrir su carrera sin tener la posibilidad de ganar un campeonato. Actualmente tiene 28 años, aún es joven, pero son ya nueve campañas en los Wizards, tiempo suficiente para saber a qué puede atenerse. Junto a John Wall (cuando estaba en plenitud física) vivieron buenos momentos e incluso estuvieron a una victoria en 2017 de alcanzar las finales de la Conferencia Este. Ahora el roster es otro y solo han logrado una clasificación para playoffs en tres cursos. Beal necesita palpar que el equipo se dirige a algún sitio… acompañado por el éxito.
La pelota está en el tejado del jugador. Para los Wizards lo idóneo sería que renovase ya y construir desde ahí, pero eso está lejos de ocurrir. Sabedores de ello, en el equipo querrán conocer la intención del All-Star antes de la fecha límite de traspasos, ya que si no quiere seguir con ellos necesitarán buscar un traspaso para lograr algo a cambio. Todo esto hace que varios equipos estén monitoreando la situación de Beal. Se vienen momentos decisivos en la carrera de uno de los escoltas más talentosos de la NBA.
(Fotografía de Rob Carr/Getty Images)