Ya casi nos hemos olvidado de los tiempos en los que Masai Ujiri era uno de los principales factores del mercado. Al menos desde la perspectiva del directivo comprador. En los últimos tiempos en mandamás de los Raptors está más acostumbrado a poner el cartel de ‘se vende’. No sin dolor y con resultados pobres para todo lo perdido por el equipo en los últimos 18 meses. Y más que va a ver marchar si acaban cumpliendo las expectativas que media liga tiene sobre ellos.
Bruce Brown llegó de rebote hace menos de un año en la salida de Pascal Siakam. Ni siquiera jugaba en un inicio porque estaba claro que el jugador andaba por allí de paso. Pero los meses pasan y el base sigue siendo jugador de la franquicia canadiense. La misma que buscará encontrarle un hueco antes de que llegue el cierre de mercado. Ahora mismo se encuentra recuperándose de la lesión de rodilla de la que se operó en septiembre y que le tendrá fuera al menos una o dos semanas más.
Una vez regrese, los Raptors activarán la operación salida. Y parece que no pedirán demasiado por dejarle ir. Según Evan Sidery, de Forbes, bastará con múltiples segundas rondas y algún jugador. Junto a él podría ir adherido Jakob Poeltl, que está teniendo una temporada positiva y podría alimentar un mercado necesitado de interiores.
(Fotografía de portada de NBA.com)