Situación comprometida.
Para jugar en New Orleans, Jimmy Butler voló por separado y no con el resto de sus compañeros. Lo hizo porque tenía un problema familiar, y además contaba con el beneplácito de su entrenador.
A pesar de tener vía libre para hacerlo, parece que esto no sentó demasiado bien en el seno del vestuario de los Bulls. Informa ESPN de que hay algunos jugadores que estaban un poco molestos al no ver a Butler en el avión, señalando ciertos privilegios hacia él en determinadas situaciones fuera de la cancha.
¿Favoritismo?
No es que se ponga en duda que se trate de un tema familiar, pero sí que es una piedra más en el camino a la hora de pensar que Butler tiene un trato preferencial en Chicago, algo que cada vez cae peor en varios miembros de la plantilla y que no dudan en señalar en sus círculos más cercanos.
Es como si hubiera una gran división dentro del vestuario: unos lo ven como el gran líder que necesitan, sobre todo en el caso de los que llevan menos tiempo; y otros que no le consideran como tal, más en el caso de los veteranos del equipo.