Terry Stotts no se distinguió la temporada pasada por manejar una rotación demasiado amplia. Forma suave de decir que explotó sobremanera a los cinco titulares de siempre. Este año está cediendo un poco en esa obcecación.
C.J. McCollum, nº 10 del draft, en su segundo año en la NBA estaba contando con minutos y la confianza de su entrenador hasta el fatídico encuentro de hace un mes contra los New Orleans Pelicans. En ese partido McCollum sufrió tres fracturas en el dedo índice de la mano derecha, lesión que le ha tenido de baja hasta la fecha.
¿Relegará a Crabbe al banquillo?
McCollum aterrizó en Portland con un perfil de combo guard, aunque más cercano al puesto de base. Sin embargo, ha sido como escolta donde el jugador oriundo de Ohio ha ido ganando enteros. Y he ahí la disyuntiva que se le dibuja ahora al entrenador de los Blazers.
Durante su ausencia, su posición partiendo desde la segunda unidad ha sido ocupada por el también jugador de segundo año, Allen Crabbe.
«Va a ser un proceso», dijo Stotts en una entrevista a Joe Freeman de OregonLive.com. «Allen está jugando muy bien. CJ (McCollum) estaba jugando muy bien antes de que se lesionara. No te puedo decir en este momento cómo vamos a funcionar a partir de ahora. Pero vamos a funcionar».
En lo que llevamos de temporada Crabbe está promediando 4,4 puntos y 1,4 rebotes y tirando con un 47% de acierto. Pero es precisamente desde la baja de su rival por el puesto cuando Crabbe está cuajando sus mejores actuaciones, alcanzando los 9 puntos en 3 ocasiones y revelando una gran capacidad defensiva.
McCollum, más proyección que Crabbe
Aunque es un hecho intangible, roza la obviedad que el techo de McCollum (que a pesar de ser un top 10 se habló de casi ‘robo del draft), está más alto que el de su compañero de equipo.
Sin embargo, aceptar un rol de jugador secundario es una cualidad que no muchos jugadores tienen y que, no obstante, los entrenadores suelen valorar. «Él entiende su papel», aseveró Stotts refiriéndose a Crabbe. «Ofensivamente el hace lo que se supone que tiene que hacer. Creo que eso es lo más importante. Muy rara vez termina un partido y he de hablar de sus errores. Desde le perspectiva del coaching es un lujo cuando se tiene un chico con el que sabes que puedes contar».
A pesar de estas declaraciones debemos recordar el papel de McCollum antes de su lesión. Tras arrebatarle el puesto a Will Barton fue ganando confianza en su juego. En las sendas victorias ante Nuggets y Mavericks, poco antes de su lesión, McCollum anotó 15 y 13 puntos respectivamente exhibiendo un gran momento de forma.
Dos jugadores para un mismo puesto pero con cualidades diferentes. Cualidades cuyo deber de exprimir y armonizar corresponderán a su entrenador. Por el momento, con dos jugadores de los que no se esperaba un gran protagonismo a su llegada, Chris Kaman y Steve Blake, ya lo está consiguiendo.