Después de más de dos años de recibir malas noticias una tras otra, parece que Lonzo Ball comienza a encadenar una buena racha. El base de los Bulls, que lleva sin jugar desde diciembre de 2021 por una extraña lesión de rodilla, lleva ya cerca de un mes pudiendo esprintar y trabajar sobre pista. Aunque aún está lejos de entrenar con contacto. En la franquicia ven su reciente evolución con optimismo y creen que es más que probable que Ball pueda volver a jugar la próxima temporada.
Con esto sobre la mesa, toma mayor relevancia su situación salarial y la de los propios Bulls. La lesión ha hecho que Chicago pueda deducir su salario del espacio total. Sin embargo, de volver, los 21,3 millones que tiene acordados para la 24-25 (opción de jugador) pondrían a la franquicia en una situación complicada para evitar el impuesto de lujo. Sobre todo si pretenden que DeMar DeRozan regrese al equipo.
Según el periodista de NBC Chicago K.C. Johnson, los Bulls no estarían pensando en una rescisión de contrato. Tampoco traspasarlo, pues su mercado ahora mismo es nulo. Lo más probable pues, sean cuales sean las circunstancias, es que, de regresar la temporada que viene, Lonzo lo haga con el uniforme de los Bulls.
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)