Tal cual suena. Clint Capela estuvo realmente cerca de ser traspasado a los Mavericks en la noche del draft, pero a última hora la exigencia de Atlanta no fue correspondida por los de Texas, que prefirieron salvaguardar lo que ya tienen.
Según explica Tim MacMahon de ESPN, el movimiento más importante que preparó Dallas en la noche del 22 de junio era la llegada del pívot de los Hawks, tal y como le hicieron saber a estos; sin embargo, la negociación saltó por los aires cuando los de Georgia pidieron a cambio a Josh Green o Jaden Hardy, dos piezas que los Mavs no querían soltar en ningún caso.
Aunque la campaña pasada ha estado lejos de ser ideal para Dallas –incluso se quedó sin playoffs–, sí sirvió para que comprendiesen que Josh Green debe ser una pieza fundamental del presente y futuro del equipo. A sus 22 años, dio un enorme salto en su juego para irse a un promedio de 9,1 puntos y 3 rebotes en 25,6 minutos por noche, números que acompañó con un excelente 40,6% en triples.
Si Green podemos decir que se ‘consagró’, Hardy tuvo una fantástica aparición como novato. Disfrutando de 14,9 minutos en pista, consiguió hasta 8,8 puntos por partido con un 40,3% en triples. A sus 20 años es visto como un más que interesante proyecto de jugador que en ningún caso quieren traspasar.
Así las cosas. Está por ver si los Mavericks harán otro intento en las próximas fechas, quizás ofreciendo algo que sí pueda interesar a Atlanta; o si directamente prefieren marcarse otro objetivo para reforzar su juego interior.
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)