Collin Sexton esperaba que este verano fuese el de la firma de su primer gran contrato. Tras tres campañas en continua progresión, encaraba la 2021-22 con el objetivo de refrendar su estatus y sellar un ventajoso acuerdo. Con lo que no contaba el joven base es con sufrir una grave lesión (desgarro de menisco) y ver cómo su compañero de backcourt, Darius Garland, estallaba para convertirse en la estrella de los Cleveland Cavaliers.
Así ha sucedido. Estamos a mediados del mes de agosto y las puertas se han cerrado de bruces para Sexton. Poco antes del 1 de julio, fecha en la que se convirtió en agente libre restringido, se habló del interés de equipos como Indiana Pacers, Detroit Pistons y San Antonio Spurs. Nada sucedió. Pasado ya el 1 de julio, eran Miami Heat y Utah Jazz los que parecían ir tras sus pasos. Una vez más, agua. Y así hemos entrado de lleno en agosto, con un Sexton que sigue pidiendo, pero no recibiendo.
Es ese escenario el que mantiene a Cleveland en una posición de fuerza. Antes de que se abriese el mercado ya se habló de que ponían el límite en los 18 millones de dólares anuales. Ahora, con el deseo de no entrar en el impuesto de lujo y sabedores de que ninguna otra franquicia apuesta fuerte por el jugador, se han plantado en unos 13 millones de dólares (contrato de 3 temporadas por 40 millones), lejos de los 20 anuales que pide Rich Paul, agente de Sexton.
Según informa Chris Fedor de Cleveland.com, es esta importante distancia económica la que hace que aún no se esté cerca de alcanzar un acuerdo. Las negociaciones no se han roto y a finales de julio se produjo una reunión entre el agente del jugador y Koby Altman, presidente de operaciones de baloncesto del equipo, pero lo único que se sacó en claro es que ninguna de las partes está dispuesta a ceder por el momento.
Ante tal situación, quedan pocas salidas. Una, la deseada por el equipo, es que el jugador estampe su firma en el contrato ofrecido. Otra, menos ventajosa para ambos en principio, es que Sexton acepte la oferta cualificada por 7,2 millones de dólares, la cual le permitiría convertirse en agente libre sin restricciones. Esta vía tampoco molestaría en la organización, ya que no ven indispensable que Sexton continúe con ellos. Para el jugador sería un riesgo a la vez que una apuesta en sí mismo. Viene de una temporada casi en blanco y necesita demostrar que merece un gran contrato. En caso de no lograrlo, puede que las ofertas ni siquiera alcancen lo que ahora ponen sobre la mesa los Cavs. Sí, Sexton tiene más que perder en esta historia.
(Fotografía de Justin Ford/Getty Images)