Ahora que los Utah Jazz han caído de puestos de play-in y el cuerpo técnico ha disfrutado de tiempo suficiente para evaluar el roster, ha dado comienzo el plazo para decidir qué piezas y cuáles no tendrán espacio en el futuro a corto plazo de la organización.
Actualmente, la franquicia de Salt Lake City ocupa la duodécima posición de la Conferencia Oeste con un récord negativo de 20-23 a un mes exacto de que cierre el mercado de traspasos. A partir de ahora, los rumores se intensificarán de forma notable y varias informaciones empezarán a sugerir a los principales candidatos para abandonar el equipo.
Piezas como Malik Beasley, Kelly Olynyk, Leandro Bolmaro, Nickeil Alexander-Walker o Jordan Clarkson, quien recientemente rechazó una extensión de contrato, estarán en el ojo del huracán. No obstante, el primer nombre en ser mencionado de forma expresa ha sido el de Rudy Gay.
De acuerdo con el periodista del The Salt Lake Tribune, Andy Larsen, la situación del veterano alero se resolverá antes o durante el trade deadline. Es decir, Gay no será jugador de los Jazz después del 9 de febrero. Esta información abre dos únicas posibilidades: que los Jazz encuentren un socio comercial para cerrar un traspaso u optar por la vía del buyout.
El alero, de 36 años, se está embolsando 6,2 millones de dólares este curso y sus 6,8 millones para la temporada 2023-24 están sujetos a una opción de jugador.
En todo caso, el futuro de Gay ya está lejos de Utah, tanto por rendimiento, como por edad, como por timing del nuevo proyecto dirigido por Will Hardy.
(Fotografía de portada de Carmen Mandato/Getty Images)