En el lugar preciso en el momento adecuado.
Eso es lo que debe pensar Eric Gordon sobre el panorama personal que se le presenta. El escolta entra en su último año de contrato con un equipo que apunta alto. Ser parte de la Conferencia Oeste es un duro handicap estos últimos años, pero en los New Orleans Pelicans tienen los Playoffs entre ceja y ceja lo que, teniendo a Anthony Davis en el equipo —literal y metafóricamente—, no es mucha distancia.
Eric Gordon perdió hace tiempo el potencial de All-Star que se le presuponía. En parte por las dichosas lesiones, en parte porque golpeó con su techo antes de lo esperado. Aún así, lejos del nivel exhibido en su mejor campaña en los Clippers (22,3 puntos de media), podría decirse que por fin Gordon está gozando de cierta continuidad. 125 partidos en las dos últimas campañas cerca de los 15 puntos, y en la que acaba de finalizar destacando con gran confianza desde la línea de tres (44,8% de acierto).
Davis, Tyreke, Holiday…
Han sido muchos años en la alcantarilla para este número 7 del draft, y es que cuando parecía ver la luz en California con el fichaja de Blake Griffin, desde arriba movían los hilos e intercambiaban su cromo por el de Chris Paul; otra vez a empezar de nuevo.
Cuando los Phoenix Suns quisieron hacer de él su bandera, los antiguos Hornets decidieron que Gordon, reticente, tenía que ser su hombre e igualaron la oferta, y parece que por fin, a día de hoy, el shooting guard comienza a alegrarse de ello. «Me gustan los chicos que hay en el equipo, creo que podemos hacer cosas buenas en el futuro, así que, ¿por qué no?», razonaba Gordon a SB Nation interrogado sobre su futuro.
En 2016 será libre para marcharse, pero parece ser que tiene cualquier intención menos esa. Un roster con el, posiblemente, jugador más dominante de la liga en la próxima década, Anthony Davis, y secundado por piezas de la talla de Tyreke Evans, Jrue Holiday, Ryan Anderson y Omer Asik le empuja a dejar la maleta en el desván. Con la salud de su lado y un entrenador prometedor como Alvin Gentry en los banquillos —viene de ganar el premio al mejor entrenador asistente en los Warriors—, hay pocas cosas que sugieran a Gordon otra alternativa que no sea la de renovar.
Ahora bien, su sueldo en la 2015-16 será de más de 15 millones de dólares. Cerca de cumplir 27 años y con su largo historial de lesiones, ¿cuánto estarán dispuestos a ofrecer los Pelicans por retenerle?.