Una vez los Cleveland Cavaliers se despidieron de la temporada a manos de los Boston Celtics, en el horizonte se esperaba un verano movidito. Las salidas de Jarret Allen y Darius Garland parecían más que posibles. El adiós de J.B. Bickerstaff anunciaba más cambios que el del propio banquillo. Y la amenaza de la marcha de Donovan Mitchell lo condicionaba todo. Pero la extensión firmada con este último selló una offseason de momento tranquila en Ohio.
De momento Koby Altman no se ha movido más allá de la citada renovación, y lo único que aparece marcado en la agenda es el contrato de Evan Mobley. El pívot ya es elegible para firmar la extensión de su contrato rookie, y todo apunta desde hace meses a que se llevará el salario máximo. En los últimos días voces autorizadas como la de Brian Windhorst apuntan que el trato es inminente.
«No tienen con qué negociar porque sus compañeros de camada ya han firmado el máximo», dice el periodista refiriéndose a Scottie Barnes, Franz Wagner o Cade Cunningham, quienes se llevarán de 226 a 269 millones de dólares en cinco temporadas dependiendo de los reconocimientos individuales que coleccionen.
(Fotografía de portada de Patrick Smith/Getty Images)
